«El valor del liderazgo solidario en nuestro país»

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Por Álvaro Otero Fernández (Perú) –  Presidente Ejecutivo del Instituto Gandhi, centro de desarrollo y formación de Lideres Empresariales e institucionales. Contacto:  alvarootero@institutogandhi.com

Así como en artículos anteriores, hablé sobre la necesidad de recuperar los valores para reconstruir nuestra nación desde los escombros sociales y materiales, hoy cabe tocar «El Valor del Liderazgo Solidario»,  la necesidad de ir hacia un  cambio de actitud en todas las generaciones, hacia una cultura de previsión y de prevención.

Quienes tienen experiencia deben compartir su conocimiento para el manejo de las crisis, en el largo plazo, solo así se puede lograr que la gente sea capaz de cumplir su misión en tiempo de crisis, como el que esta viviendo nuestro país y muchos de nuestros compatriotas. Un afectado más podría ser cualquiera de nosotros, entonces reaccionemos como tales, este es nuestro país y los damnificados son nuestros hermanos.

Es una tarea impostergable que capacitemos a las  personas para asumir el reto de despertar el líder dormido que alberga en cada uno, que podamos tomar decisiones acertadas, justo en momentos como este empezaremos a sumar y no restar.

Sin embargo, algunos valores, hoy parecen haberse esfumado en nuestra sociedad. Todos tenemos un compromiso para con los damnificados, como #UnaSolaFuerza, no solo el gobierno y las fuerzas del orden. Todos tenemos la enorme responsabilidad de reconstruir nuestro país, pero también la sociedad, sobre la base sólida de los valores.

Es hora de tomar plena conciencia, no porque en algunos distritos ya se haya restablecido el agua, la vida cotidiana continuará como si no hubiera pasado nada, y en otras parte del país, las cosas se están poniendo muy criticas, al borde de la desesperación y la desesperanza. Conforme pasen los días, la contaminación, la escasez de agua, alimentos y medicamentos podría derivarse en problemas mayores de contaminación y salubridad. Como en el norte del país, en Piura, en zonas como Castilla, Catacaos, Morropón Chulucanas y muchos asentamientos y caseríos en distintas ciudades en las que el nivel del agua  esta llegando a alturas inimaginables.

Es un esfuerzo de todos y cada uno de nosotros
Debemos preparar y organizar “Equipos líderes” en todos los ámbitos principalmente en el ámbito político, Gobierno Central, Congresistas, Gobiernos Regionales, Municipalidades,  Instituciones del estado, Fuerzas Armadas y en todas aquellas instancias que tienen que ver directamente con el desarrollo de nuestra gran nación, con pautas claras , directas y precisas que dirijan a la acción.

Podríamos estar sacrificando el desarrollo de nuestros futuros líderes y creando una generación de burócratas indiferentes, que creen arreglar la crisis desde sus escritorios, cumpliendo un rol de pobre calidad, concentrados en los papeleos y las políticas y actividad en grupos. Cuando sean requeridos para adoptar una actitud definida y oportuna, de una manera acorde con las reales necesidades, a esa gente puede faltarle el coraje personal, la visión, y los conocimientos para interpretar y actuar en una situación determinada, sobre todo en momentos difíciles como los que atraviesa nuestro país.

No es hora de alardes ni personalismos y menos de estar buscando los lentes de las cámaras para aumentar sus niveles de rating
Este es el momento de eliminar actitudes egoístas y de revanchismo, es hora de unir esfuerzos como dice el slogan “Una sola fuerza”. El Perú es de todos los que la conforman, pongamos a prueba nuestras aptitudes, unamos nuestra manos para reconstruir la moral de la gente que no solo ha perdido lo material, sino también a sus seres queridos.

Vemos personas que sin ningún interés improvisan medios de transporte para rescatar personas, “Héroes anónimos”  que no están buscando cámara ni foto, que pasan con un perfil bajísimo, casi en el anonimato. La única compensación recibida, es las gracias del ser rescatado. Necesitamos cambiar de mentalidad del egoísmo por la del  altruismo solidario.

Presupuesto bien pensado y distribuido equitativamente
Es cierto que este fenómeno del “Niño Costero” nos ha tomado por sorpresa, pero ¿A qué se debe? Si sabemos que estas situaciones climáticas se presentan con cierta periodicidad.

Las anteriores autoridades no tomaron ningún tipo de previsión y menos prevención, existen organismos y mecanismos para esto, tenemos que tener una visión no solo de dar una mirada al presente y lamentarnos de lo sucedido, sino de revisar permanentemente el pasado para prevenir lo que podría suceder en el futuro con relación a este tipo de catástrofes, minimizando el impacto, que termina cobrando vidas y cuantiosas pérdidas materiales, todo por la falta de previsión y prevención en algunos casos, salvo imprevistos.

Necesitamos formar y desarrollar líderes “Solidarios” en el Perú.
Actualmente, corremos el peligro de encomendar a determinados grupos que se enfrenten con los problemas simplemente porque nuestros supuestos  líderes, o mejor dicho “seudo líderes” no están adecuadamente preparados para asumir el reto y menos la responsabilidad.

Aunque esta situación es aceptable y puede presentarse en situaciones complejas como la actual, no debe convertirse en la norma. Si bien nos esforzamos para recortar costos, la capacitación en beneficio de la formación y transformación de personas para convertirlas en líderes, no debe ser considerada como un gasto ni en el estado y menos en las empresas.

A veces escucho comentarios como ¿Para que los voy a capacitar si se me van a ir a otra empresa? Ese es un pensamiento mediocre de corto plazo, no solo se invierte para  que retorne a la empresa, invertimos para hacer crecer nuestro país, y quienes lo conforman Esa si es una forma de contribuir con nuestra sociedad “Haciendo gala de la verdadera Responsabilidad social, donde no miramos nuestro bolsillo” miramos más allá.

Sin el desarrollo de las personas líderes, corremos el riesgo de quedarnos congelados en le tiempo
Estamos expuestos a convertirnos en  una masa inerte, que puede o no producir las firmes respuestas requeridas frente a situaciones criticas de desastres, como el que estamos viviendo hoy en todo el territorio nacional.

Si tales grupos son usados en exceso y están mal capacitados y mal dirigidos, por la carencia y/o ausencia de líderes, sus miembros perderán gradualmente el interés de un pensamiento independiente y el coraje creativo asociado con el riesgo que se asume.

La prueba más palpable será cuando tengan que conformarse como equipos líderes integrados y cohesionados para enfrentar y confrontar frontalmente la crisis. Lamentablemente, para la crisis todo queda en buenas intensiones. Se necesita acciones más que palabras, se requiere de “Líderes motores y promotores” que pongan el hombro y con su ejemplo empujen a otos a la acción.

Permítanos aportar al desarrollo de nuestro país.
No obstante, la calidad de gente proactiva está aquí para quedarse en nuestro país. Simplemente, ahora tenemos que retenerlos, amalgamarlos, sinergizarlos y armonizarlos, con otros valores exclusivos paralelos al del liderazgo, a nuestra profesión y/o ocupación.

Aunque esta es una convicción muy personal y que quizás parezca un sueño del «Instituto Gandhi», el que tuve el honor de crear con el propósito de servir como referente a nuestra sociedad, es una esperanza que quiero compartir con empresarios y autoridades políticas, sobre la necesidad de  incentivar y crear una filosofía de calidad mediante la capacitación permanente en el desarrollo del liderazgo individual y equipos de trabajo autodirigidos.

Para que nuestro país tenga éxito y podamos afrontar con mayor conocimiento y preparación las catástrofes y crisis permanentes que siempre nos tienen en zozobra, considero que si nos preparamos mejor y capacitamos a nuestra gente, el beneficio podremos verlo al muy corto plazo y no seguir hablando ni diciéndole a la juventud que ellos son el futuro del país, cuando en realidad debemos involucrarlos y comprometerlos en el presente.

Decenas de veces y por casi 20 años que vengo escribiendo artículos en diversos medios del país, he hablado quizás hasta el cansancio, de la imperiosa necesidad de capacitar a nuestra gente, lo he ofrecido a autoridades políticas, a partidos positivos, y cuál es el lamentable resultado, ahora estamos ocupados en otras cosas,  es una lástima que no entiendan que nos encontramos en una salida del atolladero.

Es importante que entiendan de una vez por todas que capacitar no significa solo aprender a usar un nuevo equipo, eso es entrenar. Capacitar significa muchísimo más, es enseñarle a la gente a despertar y aflorar todas sus capacidades, habilidades y potencialidades. Estamos seguros esto permitirá fidelizar al personal. Debemos crear espíritu de pertenencia y establecer un mayor compromiso de la gente con sus empresas e instituciones.

Muchas naciones, como Japón después Hiroshima Nagasaki, no lo pensaron dos veces y tomaron la decisión de preocuparse por el desarrollo de las personas y hoy son una potencia, ¿qué nos falta para imitar?.

Debemos crear una generación de líderes ahora, no mañana
Excepcionalmente prudentes. El trampolín para nuestra transformación como país y como empresas,  se asienta sobre la educación y en el subsiguiente desarrollo de sinergias a partir de los profetas, constructores, exploradores, y administradores que habitualmente ocupan posiciones en nuestras organizaciones. Con tales líderes, instruidos sobre el conocimiento profundo basado en valores, en cualquier forma,  que aprendan  el arte del liderazgo, tenemos una oportunidad para trasformar dramáticamente no sólo al gobierno, sino al modo de combatir las crisis, en las próximas generaciones. Sin embargo, si adoptamos el camino del burócrata cortos de vista, seremos juzgados, porque «solamente la muerte ha visto el fin de la crisis.»

Si logramos levantarnos de esta situación, “estaremos siempre listos”

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