Por Paola Ugarte Lama – Coach y Terapeuta de 360° Centro de Transformación Familiar
El mundo del trabajo va cambiando día a día con los avances tecnológicos, industriales, la globalización y las comunicaciones virtuales. Se está generando todo un desafío para los colaboradores, los que al asumir nuevos retos pueden exceder a sus capacidades y/o conocimientos. El resultado: el estrés laboral.
El estrés laboral, burnout o Síndrome del trabajador quemado, ya está catalogado como una enfermedad; según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha sido incluida en la Clasificación Internacional de Enfermedades y entrará en vigor desde el 1° de enero del 2022.
El burnout es un trastorno que afecta a los trabajadores que viven en un estado de estrés y ansiedad, y puede conducirlos a disfunciones físicas, mentales y sociales; daña la salud, reduce la motivación, merma la productividad, aumenta el ausentismo y afecta los círculos familiares y sociales.
Tanto la OMS como la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo recomiendan crear espacios de trabajo saludables, donde se vele por la seguridad y las buenas condiciones de los trabajadores a nivel físico y se promueva un buen clima laboral.
En América Latina hay casos de éxito, como en Colombia y México, donde se han diseñado estrategias para fomentar entornos laborales sanos que abordan los factores psicosociales y promueven el bienestar emocional para generar hábitos de trabajo saludables.
Otro caso de compromiso con la salud en el trabajo es el de la Unión Europea, que tiene la Declaración de Luxemburgo para la promoción de la salud en el lugar de trabajo.
Ante esta alarmante situación, vale la pena preguntarnos: ¿En nuestro país estamos tomando en cuenta la salud emocional de los colaboradores? ¿Contribuimos a minimizar dentro de las organizaciones los factores estresores que sean posibles detonantes de estrés laboral? Las cifras indican que el 70% de los trabajadores peruanos sufren de estrés laboral.
¿Qué hacer? Si bien aún no podemos recrear la cultura organizacional de Google respecto a su entorno y clima laboral, ahora que estamos conscientes de las terribles consecuencias del estrés para la salud física, emocional y la productividad de las personas en sus entornos personales y laborales, sería oportuno manifestar que una buena forma de empezar a abordar este tema es: 1. Capacitar a los colaboradores en gestión emocional. 2. Capacitar a los colaboradores para el trabajo en equipo, sabiendo que no importa a qué área de la empresa pertenezca (la empresa es la suma de todas sus partes, desde el gerente general hasta el personal de apoyo en limpieza y seguridad). 3. Crear espacios de trabajo saludables fundamentados en modelos y estrategias de éxito comprobadas y basados en estudios de neurociencia.
Estas son solo tres de las múltiples posibilidades para empezar a minimizar el burnout y tener empresas sanas y trabajadores saludables.
Fuente: ElPeruano
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