Por Enrique Rispa Ramírez – Presidente de la Asociación Juvenil Generando Sonrisas. Contacto: erispa@ajgenerandosonrisas.org
La inclusión laboral no puede ser un hecho aislado dentro de la organización. No se trata de encargarle al área de recursos humanos de revisar los aspectos legales y de contratar PCD. No se trata de hacer algunos cuantos arreglos en la infraestructura para hacer un poco más accesible las oficinas. No se trata de contratar para cumplir una cuota laboral y evitar las multas.
La inclusión laboral conlleva todo un cambio en la cultura organizacional y todo este gran proyecto de cambio implica revisar procesos y procedimientos, llevar a cabo ajustes razonables, tener claros los roles de la gerencia, de los trabajadores y de las PCD, ampliar el conocimiento y perder el temer a la discapacidad, valorar la diversidad, cambiar de mentalidad a un mundo nuevo con muchos beneficios; temas que se han abordado anteriormente.
Finalmente llega el momento en que una PCD se incorpora a la organización y es muy importante hacer las cosas bien desde el principio. Por eso, dentro de la revisión de los procesos y procedimientos, también hay ver hasta qué punto se necesitan hacer ajustes razonables a los procesos de socialización o inducción.
Como regla general de todo este proceso, no se debe pensar en crear cosas distintas, sino en analizar y definir en qué puntos del proceso se necesita hacer algunas adaptaciones para que dicho proceso fluya y tenga los resultados esperados.
Es decir, si por ejemplo, si dentro del proceso de inducción se suele programar visitar del nuevo trabajador a diferentes personas, y se tiene que movilizar a la oficina de cada uno, pues se podría hacer a la inversa, que esas personas vayan al puesto de trabajo de la PCD (Siempre y cuando la PCD tenga movilidad reducida o no se hayan llevado aún todas las adecuaciones físicas necesarios).
Si por ejemplo se suele enviar un correo de bienvenida e ingresa una persona invidente, se puede enviar un audio por correo o por wasap con el mismo contenido (Previamente asegurándose que la persona maneje bien estos medios ya sea por computadora o teléfono) o el jefe directo puede ser quien se lo diga. Si por ejemplo es una persona con discapacidad intelectual, y es su primer trabajo, considerar la posibilidad de que asista los primeros días con un acompañante, para facilitar su proceso de adaptación (Nuevamente, esto si la persona lo requiere pues no es la regla general, hay que evaluar cada caso en particular).
Todas estas acciones deben quedar consolidadas en una reunión con la o las PCD, para informarles sobre las políticas de inclusión laboral que lleva la organización. De esta forma toman conocimiento de las acciones positivas que se están realizando y va a tener claro que realmente quieren llevar un buen proceso de inclusión laboral, transformándose en una organización inclusiva. Además, reduce el temor de las PCD de estar en un entorno hostil, pues están acostumbrados a nivel social de que sea así; entonces se está generando en el trabajador un sentido de pertenencia y de confianza para que pueda desenvolverse en un ambiente agradable y tiene un óptimo rendimiento desde el primer día.
https://www.facebook.com/AA.JJ.Generando.Sonrisas