Por Rocío Rodríguez Barsallo – Especialista gestión del talento | Psicóloga | Coach
Según la OMS (2018) la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y hace frente al estrés normal de la vida.
Sabemos que la salud mental de una persona está influida por varios factores internos y externos; y que también la persona puede realizar acciones de manera intencionada con el objetivo de mejorar su salud mental (ej. Asistir a terapia, mejorar su estilo de vida, buscar apoyo de sus amigos, etc).
Considero también que hay pequeñas acciones que podemos hacer en la vida cotidiana que tienen un impacto positivo en la salud mental de personas que nos rodean (si ellos lo permiten).
A continuación, menciono un par de acciones que podemos realizar para generar un impacto favorable en las personas que nos rodean (sea en el trabajo o en la casa).
*Mantener una comunicación verbal en sintonía con las necesidades de la persona: Lo que he mencionado se relaciona a la empatía. Cuando conocemos mejor a las personas que nos rodean, podemos identificar cuáles son las mejores palabras para llegar a ellos. Existen personas que tienen un nivel de comprensión más complejo y otras nos entienden mejor cuando usamos un lenguaje sencillo (Por ejemplo: Una persona que no sea de tu especialidad profesional puede entenderte mejor si no utilizas un lenguaje técnico).
En este punto también es bueno evaluar en qué momento es prudente expresar información de manera detallada y en que ocasiones es mejor expresar ideas de manera más precisa (Por ejemplo, cuando la persona tiene poco tiempo)
* Practicar la aceptación incondicional: Este es un concepto trabajado por Carl Rogers (quién fue un reconocido psicólogo norteamericano, fundador de la terapia centrada en el cliente). Significa aceptar a la persona tal como es, con las emociones pensamientos y conductas que tiene. Se trata de no intentar cambiar a la persona. Esto no quiere decir que tiene que agradarte la persona o que estés de acuerdo con todo lo que ella hace.
Los dos puntos que menciono pueden ser difíciles de poner en práctica con frecuencia, especialmente en situaciones de tensión o al tratar con personas que no son de nuestro agrado
¿Será posible realizar las acciones mencionadas de manera constante? Considero que sí.
A veces tenemos centrada la atención en nosotros mismos. Podemos intentar focalizarnos más en los demás, y aproximarnos a ellos de una manera más empática y centrada en sus necesidades. Considero que la comunicación en sintonía con la persona y la aceptación incondicional se pueden convertir en nuestro hábito, si lo empezamos a practicar de manera progresiva.
Estoy convencida que, al realizar acciones diarias, como las que he mencionado, no sólo contribuimos con un granito de arena en el bienestar de los demás, sino también en nuestra propia salud mental y desarrollo como personas. Los dejo con una frase de Rollo May, psicoterapeuta existencialista norteamericano: “La libertad es la capacidad del hombre de tomar parte en su propio desarrollo. Es nuestra capacidad de moldearnos a nosotros mismos”.
Sobre el autor:
Rocío Rodríguez Barsallo
Experta en atracción y desarrollo de talento. Actualmente se desempeña como consultora de gestión del talento. Realiza evaluaciones psicológicas, sesiones de coaching al igual que diseño y dictado de cursos de habilidades blandas. Posee 8 años de experiencia laboral en las áreas de recursos humanos de empresas multinacionales de prestigio en los sectores consumo masivo, metalmecánica, servicios y consultoría. Igualmente, se ha dedicado a la docencia de cursos de recursos humanos. Actualmente comparte artículos sobre desarrollo personal y profesional en su blog https://rociorodriguezbarsallo.wordpress.com/