Por Rocío Rodríguez Barsallo – Especialista gestión del talento | Psicóloga | Coach
La mayoría de nosotros consideramos muy importante nuestro desarrollo profesional, sea que tengamos un negocio propio o trabajemos dentro de una empresa. Constantemente estamos estudiando y recibiendo capacitaciones. Tenemos deseos de ascender de puesto y asumir nuevas responsabilidades para lograr el crecimiento profesional que tanto anhelamos.
Cada vez existe mayor conciencia sobre cómo nuestras emociones impactan nuestro desarrollo profesional, ya que no sólo se requiere de habilidades técnicas para tener éxito en un puesto de trabajo.
A continuación, dejo algunas recomendaciones sobre gestión de emociones que me han servido en mi experiencia como psicóloga organizacional y coach ontológico:
*Detecta las emociones que te cuesta trabajo experimentar: Esto es importante debido a la influencia de pensamientos y emociones sobre las conductas. Ten en cuenta que al evitar habitar (o experimentar) ciertas emociones, se te puede dificultar la realización de ciertas acciones. Por ejemplo, si usualmente se te dificulta experimentar tristeza, te puede costar trabajo reconocer que perdiste un proyecto importante para tu empresa y que eso te perjudicó. Al no reconocer esa pérdida puede ser difícil que realices las acciones necesarias para que eso no vuelva a ocurrir. ¿Qué harás para aprender a habitar ciertas emociones y abrirte mayores posibilidades en tu desarrollo profesional?
*Reconoce las emociones que experimentas normalmente y las posibilidades que te abren o cierran: A veces es más fácil habitar ciertas emociones, posiblemente por los aprendizajes que hemos tenido a lo largo de nuestras vidas. Por ejemplo, imagínate que a lo largo de tu experiencia profesional has aprendido a sentir cólera de manera excesiva cada vez que algún compañero de trabajo se demora en proporcionarte información. Al sentir cólera lo tratas de manera poco respetuosa y al final consigues que te pase la información a tiempo. Sin embargo, se deteriora tu relación de trabajo con la persona mencionado. ¿Te convendría regular algunas emociones para mejorar tus relaciones con los demás?
* Distingue las emociones que al encontrarse en exceso o déficit están perjudicando el rendimiento de tu equipo de trabajo: Las emociones no son malas ni buenas, simplemente nos abren o cierran ciertas posibilidades. Por ejemplo, imagínate que deseas que tu equipo sea el más creativo y brinde ideas innovadoras para crear un nuevo producto. Si tu equipo vive constantemente en el miedo, porque tiene temor a que los grites si se equivocan, es difícil que se animen a brindar ideas creativas. Es decir, el temor en exceso le puede restar posibilidades de crear un producto novedoso. ¿Qué harás como líder para promover que predominen las emociones que contribuirán al mayor éxito de tu equipo?
Sobre el autor:
Rocío Rodríguez Barsallo
Experta en atracción y desarrollo de talento. Actualmente se desempeña como consultora de gestión del talento. Realiza evaluaciones psicológicas, sesiones de coaching al igual que diseño y dictado de cursos de habilidades blandas. Posee 8 años de experiencia laboral en las áreas de recursos humanos de empresas multinacionales de prestigio en los sectores consumo masivo, metalmecánica, servicios y consultoría. Igualmente, se ha dedicado a la docencia de cursos de recursos humanos. Actualmente comparte artículos sobre desarrollo personal y profesional en su blog https://rociorodriguezbarsallo.wordpress.com/