Por Lydia Arbaiza – Directora de la Dirección de Programas Institucionales ESAN
La demanda creciente en el mercado laboral peruano obliga a los ejecutivos a obtener un grado de especialización mayor para administrar de manera completa y eficiente la empresa o institución en donde se encuentran. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora DNA Human Capital en el 2019, solo el 38% de los gerentes peruanos poseen MBA (Maestría en Administración de Empresas, por sus siglas en inglés); una cifra baja a diferencia de Chile, que posee 62%, casi el doble de profesionales. “Uno de los motivos del porque tenemos una cifra baja se debe a que poseemos un mercado no muy maduro”, señala Alfonso Ochoa, Country Manager de DNA Human Capital.
Sin embargo, es factible lograr que los ejecutivos con un alto rango empresarial en nuestro país puedan desarrollar las habilidades que posee un magíster. Muchas de ellas están relacionadas con la ética profesional y en la toma de decisiones, las cuales son conocidas como habilidades blandas. Por este motivo, expondremos los puntos más importantes de dichas habilidades, con el fin de favorecer e impulsar el progreso administrativo-empresarial de los ejecutivos peruanos.
Iniciaremos tratando sobre la comunicación activa, ya que las diferentes empresas nacionales deben extender un clima comunicativo eficiente, dentro y fuera de ella, para favorecer su desarrollo. Los ejecutivos a cargo que prestan el interés adecuado a sus colaboradores y brindan una crítica constructiva, generan un ambiente laboral progresivo.
Dicha destreza consiste en captar lo esencial de cada mensaje, en pocas palabras, saber escuchar, y comunicar ideas, inquietudes, problemas y puntos de vista que sean comprendidos por todos, ya sea de manera verbal o escrita. El área de Relaciones Públicas y Recursos Humanos de la empresa son los principales soportes de la comunicación interna al emitir y recibir los mensajes dados por los líderes administrativos.
Continuaremos explicando la aptitud más representativa que todo ejecutivo ejemplar debe potenciar. La calidad por excelencia de un gerente exitoso se destaca por sus habilidades de liderazgo. El mánager debe trabajar en compromiso mutuo con el personal para alcanzar los objetivos empresariales previstos. Todo líder es responsable de las decisiones que se toman asumiendo las consecuencias y teniendo como objetivo minimizar los posibles conflictos dentro de la organización.
Sin embargo, todo ejecutivo debe mantener una inteligencia emocional controlada y fortalecida. Larsen y Buss (2005) en su libro Psicología de la personalidad. Dominio del conocimiento sobre la naturaleza humana, plantea que la influencia de las emociones en los estados anímicos y físicos incide en el comportamiento de la persona. Por consiguiente, es importante saber mantener una fortaleza mental para dirigir proyectos bajo presión y, sobre todo, para interpretar la situación emocional de los trabajadores.
Durante años, tanto la economía como la política y la administración han estado en constante cambio, y en el último siglo la tecnología revolucionó al mundo. Esta transformación también influyó en las empresas. Es por ello por lo que la adaptación al cambio puede llegar a convertirse en una necesidad para ellas y una característica esencial que buscan en los ejecutivos, ya que, en la actualidad laboral, el mundo es más competitivo y vive en una constante evolución. Por esta razón, la consideramos como otra de las habilidades más demandadas en el mercado laboral, la cual se complementa con la seguridad personal.
En este sentido, resulta atractivo para las empresas que sus gerentes, además de ser flexibles a los cambios que se presenten en la organización, logren adaptarse y tener la confianza y seguridad en sí mismos.
Alineada con cada una de las habilidades mencionadas anteriormente, debe estar presente en los ejecutivos el espíritu de servicio. Es decir, tener la voluntad y disposición para brindar apoyo a sus colaboradores de alto y bajo mando jerárquico pues cada uno de ellos es responsable y valioso para el éxito de la compañía. Junto a ella, la construcción de una cultura empresarial se suma al objetivo colectivo de la empresa, ya que esta favorece al refuerzo de la imagen corporativa.
Desarrollar las habilidades mencionadas ayudará a los altos ejecutivos a fortalecer sus competencias y a enfrentar mejor las dificultades a las que se enfrentan cada día.
Fuente: ElPeruano