Por Rosario Almenara
Consultora Senior de DBM Perú
Hoy en día toda organización debe estar preparada a competir, a tomar decisiones complejas y oportunas, y a enfrentar diversos cambios derivados de reestructuraciones, reorganizaciones, nuevas estrategias organizacionales, de cultura o estilo de liderazgo, así como de lo que determine la propia situación mundial.
Para ello, sus ejecutivos deben ser cada vez mejores, deben estar preparados a asumir nuevas responsabilidades, relacionadas tanto al resultado del negocio y como al manejo de personas dentro de sus organizaciones, y deben tener la capacidad y la disposición para adecuarse a los cambios.
¿Cómo hacerlo? El Executive Coaching es una excelente oportunidad para contribuir con el aprendizaje y el desarrollo de nuevas competencias gerenciales y de liderazgo del ejecutivo, o a mejorar otras competencias, que requiera para el cumplimiento de sus metas organizacionales. Mediante este programa, el Coach Ejecutivo y el ejecutivo comparten conocimientos y experiencia, y el Coach Ejecutivo guía al ejecutivo para que éste optimice su potencial, de acuerdo a propósitos y planes analizados, y para que éste pueda alcanzar las metas en la organización.
¿Cómo contribuye el Executive Coaching en el ejecutivo? El asesoramiento del Coach Ejecutivo al ejecutivo, permite la maximización de las fortalezas individuales del ejecutivo, el desarrollo de nuevas habilidades y destrezas para ser más efectivo, la preparación para que pueda asumir nuevas responsabilidades, la clarificación y el trabajo en la obtención de metas organizacionales, y la nivelación de las aptitudes de liderazgo.
¿Cómo se realiza el Executive Coaching? Es un proceso personalizado de cuatro etapas. En la primera etapa se realiza la autoevaluación, la que mediante sesiones iniciales de coaching y la aplicación de un conjunto de herramientas y pruebas psicológicas, entrevistas y feedback, se puede contar con una foto del hoy del ejecutivo. En la segunda etapa se analiza los resultados de la autoevaluación, lo que a su vez determina un planeamiento y definición de metas de lo que se requiere trabajar. La tercera etapa es la acción, en la que se establece los pasos de la estrategia y acción a seguir. Finalmente, la cuarta etapa es la etapa de los logros, y en la que se realiza una evaluación del proceso. Durante las cuatro etapas, el ejecutivo se compromete con el proceso y muestra su deseo de mejorar sus habilidades gerenciales y de liderazgo, las cuales se reflejan en los resultados que alcanzan en sus organizaciones.
Queda claro que el Executive Coaching no sólo contribuye en la performance del ejecutivo, sino también en el desarrollo de la organización y de los equipos, mediante el desarrollo de equipos más productivos, la mejora de las relaciones entre los ejecutivos y sus superiores, pares y colaboradores directos, y el uso más efectivo de los recursos organizacionales. El Executive Coaching es una inversión y un gran aporte para la empresa.