Mitos y Realidades del Coaching Ejecutivo

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Por: Carlos Paulet
X-Factor Consulting Group

El coaching es un campo que está ganando importancia y popularidad en los últimos años.  Sin embargo hay mucha ambigüedad sobre qué es y que no es el coaching ejecutivo y han nacido varios mitos a su alrededor. Se puede decir que se está convirtiendo en el famoso cubo mágico (Rubik’s Cube) de los años ochenta, todo el mundo quería uno pero nadie sabía cómo funcionaba.
 

Visitemos cuatro de los mitos más comunes que se han propagado alrededor de coaching ejecutivo y sus realidades respectivas.

Mito #1: “¡Coaching es para personas de bajo desempeño!”
Realidad: El coaching NO es para personas de bajo desempeño. Los factores por los que tienen un bajo desempeño (llegar tarde a las reuniones, estar consistentemente mal preparados, falta de pasión por su trabajo, etc.) son los mismos factores que llevarían al fracaso un proceso de coaching. El coaching ejecutivo es para personas de alto desempeño que quieren más en su vida (mejor equilibrio personal profesional, un puesto más importante, más salario, más responsabilidad, mayor grado de efectividad como líder o facilitador, etc.) y quieren trabajar con una persona externa para que les ayude a llegar ahí. Hay quien dice que “las personas de éxito no necesitan coaches…” , la realidad es que los profesionales tienes coaches; los amateurs no.

Mito #2: “¡El coaching es lo mismo que terapia!”
Realidad: El rol de un terapeuta es curar. El de un coach es maximizar resultados. Un coach ejecutivo no incursiona en el pasado de su coachee, explorando motivaciones inconscientes, o buscando modificar su personalidad. Es un proceso que habitualmente se inicia con feedback sobre el ejecutivo y le involucra en determinar objetivos y conductas que le ayudarán a lograr mejores resultados. Conozco varios coaches buenos que son psicólogos o psicoanalistas de profesión que en el momento de iniciar un proceso de coaching, cambian de sombrero.

Mito #3 “¡Un Coach debe seguir un programa estructurado!”
Realidad: Los ejecutivos que contratan un coach no necesitan otro curso o programa empaquetado.  Necesitan trabajar con una persona que les puede ayudar a diseñar ideas propias para mejorar resultados.  Un coach efectivo inicia cada relación con una hoja en blanco. Cada instrumento desarrollado o utilizado (por ejemplo un Feedback 360, MBTI, DISK, etc.) se adapta y utiliza según las necesidades de ese coachee.  Un sastre de primera no crea un traje con la expectativa de venderlo a 10 clientes diferentes…ese traje fue diseñado para un cliente y ese cliente sólamente. La misma meto-dología NO funciona con todo individuo.

Mito #4 “¡Un Coach tiene que ser Certificado!”
Realidad: ¿Certificación? Básicamente un individuo o una organización crean una serie de módulos que “certifican” a otros en el uso de estos módulos. ¿Y quién certificó al certificador? Lo que se necesita no es un certificado, sino la capacidad de ayudar a otras personas a identificar los objetivos que quieran lograr y las acciones que deben tomar para hacerlo. Mejor es tener claro si el prospectivo coach tiene una habilidad comprobada para influir en otras personas ayudándoles a producir mejores resultados en las prioridades más importantes. En el momento de seleccionar un coach, pregúntale con quien o con qué empresas ha trabajado y qué tipo de resultados logra. 

Conclusión
El papel de un Coach es el de potenciar las habilidades de su coachee, tanto en el campo de juego, como en el escenario o en los negocios. Si un líder quiere mejorar su liderazgo, necesita una ventaja estratégica. Un Coach añade valor, al ayudar al líder a lograr esta ventaja.

 

Comentarios:

 

#1 00:10:38 | 2010-04-29, Publicado por: Gregorio Diaz

 

Excelente! No podría estar más de acuerdo. Mi empresa contrata coaches ejecutivos en base a su experiencia produciendo resultados con coachees, sabemos que certificaciones com la de la ICF no valen mucho.


Comentarios