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Ser optimista es una cualidad que debe ser valorada de forma justa dentro de las organizaciones porque es una poderosa herramienta que da a los líderes una ventaja competitiva en su carrera profesional; aumenta la productividad, ayuda a superar conflictos e impacta positivamente en los colaboradores. Además, está demostrado que las personas con una visión optimista tienen relaciones más sanas, gozan de mejor salud mental y física y viven más tiempo.
The Leadership Advantage, ensayo de Drucker Foundation’s Leader to Leader Guide, Warren Bennis señala que el optimismo es una de las principales cualidades que la gente necesita de sus líderes para conseguir efectos positivos. Cada “líder optimista que he conocido”, escribe Bennis, “tiene lo que parece ser un grado de optimismo injustificado que ayuda a generar la energía y el compromiso necesarios para lograr resultados”.
En The Wisdom of the Ego, el Dr. George E. Vaillant, profesor de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard, escribe sobre las personas que tienen “tanto la capacidad de doblarse sin romperse” como “la capacidad, una vez doblada, de recuperarse”. Vaillant menciona que, además de las fuentes externas de resistencia (como la buena salud o apoyos sociales), estos individuos tienen importantes fuentes internas que incluyen una sana autoestima y optimismo.
Pero ¿cómo reconocer a un optimista?
Alan Loy McGinnis, autor de The Power of Optimism, estudió las biografías de personajes famosos, y aisló dos características fundamentales de la personalidad optimista:
- Buscan soluciones parciales, se liberan del perfeccionismo y de la parálisis por análisis mientras están abiertos a dar pequeños pasos hacia la consecución del éxito.
- Usan su imaginación para ensayar el éxito, visualizan positivamente los resultados deseados.
Por otro lado, y de acuerdo con el Dr. Martin E. Seligman, ex presidente de la Asociación Americana de Psicología y profesor de Psicología en la Universidad de Pensilvania, los optimistas ven la adversidad en sus vidas como algo temporal y externo, a diferencia de los pesimistas que ven la adversidad como inmutable, omnipresente y personal.
El optimismo, por lo tanto, es también un componente importante del logro, y es especialmente importante en tiempos de caos, cambio y turbulencia. Los que tienen una perspectiva optimista lidian con los golpes, son más proactivos y persistentes y no pierden la esperanza.
Winston Churchill decía: “un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad”. ¿Te reconoces?
Fuente: AmericaEconomía