Por Fernando Quezada Lamas
Director Classis Comunicación BTL,
www.classisbtl.com
Las empresas no consiguen el valor agregado solamente a través del control de sus costos, el uso eficiente de sus recursos y el manejo de sus estrategias de comercialización. Hoy, el factor determinante pasa por el desarrollo y aprovechamiento del Capital Humano.
El Capital Humano es la base que da origen a los otros dos tipos de Capital Intelectual. Comprende el conocimiento, la competencia, los valores y el potencial innovador de los individuos dentro de la organización y fundamentalmente su capacidad de aprender.
Tradicionalmente el eslabón, en términos de competencia, más débil de las organizaciones y de sus directivos, siempre ha sido la gestión del rendimiento y motivación de sus colaboradores. La buena preparación técnica contrasta con la falta de competencias relacionales.
A partir de este análisis han surgido modelos de gestión como el capital intelectual, el empowerment, o el coaching (liderazgo facilitador); todas ellas, mediante una metodología estructurada, llevan a cabo aproximaciones que nos permiten trabajar en la mejora del rendimiento y en el desarrollo del potencial de las personas.
Las organizaciones que apuestan decididamente por el desarrollo del capital intelectual, encuentran en estas técnicas un modelo de inestimable valor, para "llegar" hasta la persona.
Releyendo algunos artículos de Antonio Ignacio Ribeiro sobre definición y aplicación de las herramientas del Marketing Interno, también llamado Endomarketing, redescubrí un camino andado ya por muchos, pero que siempre tiene una posibilidad de reinvención, en la eterna promesa de que el cliente interno satisfecho se convierte en nuestra mejor carta de presentación en un contexto de mercado altamente competitivo.
Esta técnica nace de la necesidad de motivar personas para los programas de cambio organizacional o gestión del rendimiento que comenzaron a ser implantados, desde la década de los 50, en el mundo entero. De ahí hasta el momento actual, las empresas han tenido tiempo para encontrar las más diversas maneras de comunicarse con el público interno, dando origen a las técnicas hoy utilizadas.
El Endomarketing busca promover entre los públicos internos (Recursos Humanos, Socios, Franquiciatarios, y personas directamente involucradas con la organización), un sistema de valores que estimule la acción de su servicio, a través de: Programas de Inducción, Programas de Integración, Campañas específicas de Publicidad Interna, Programas de Información Regular, Programas de Información Extraordinaria y Programas de Manejo de Crisis, entre otras cosas.
El endomarketing puede ser definido también como el conjunto de acciones utilizadas por una empresa (o una determinada gestión) para vender su propia imagen a empleados y familiares.
Asunto de la moda? No.
En realidad se trata de una necesidad de las empresas modernas que desean crecer, conquistar mercados, mantener los índices que ya poseen, o simplemente, garantizar su supervivencia durante los próximos años.
Un programa de endomarketing bien hecho es capaz de hacer del colaborador un ser comprometido con la nueva postura de la empresa y con la modernidad, cada uno en su área de actuación y a través de su trabajo.
Las empresas de comunicación que integramos a nuestras ofertas de servicio el endomarketing, como una mirada real y profunda hacia adentro de las organizaciones y que asesoramos clientes en el logro de estos objetivos hemos aprendido, a duras penas, el valor real que traen consigo y el enorme potencial de esta herramienta para la consecución de resultados concretos y medibles. La tarea es grande y aún está pendiente.