Reinventando los Recursos Humanos

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Por Marc Sabbagh (España), Vicepresidente Corporativo de I+D+i de Meta4

Hoy en día, los Recursos Humanos se enfrentan a diversos desafíos. Gracias a la aparición de las nuevas tecnologías como la web 2.0, el cloud computing y los nuevos avances en la configurabilidad del software, en la actualidad se diseñan soluciones de RRHH innovadoras que permiten a las empresas beneficiarse de la funcionalidad más completa de un servicio de gestión de talento y nómina, sin tener que afrontar los costes de su mantenimiento e infraestructura.

En un mundo global como el actual, las empresas están cambiando su forma de trabajar con el fin de adaptarse a los nuevos tiempos, del mismo modo que a lo largo de la historia el ser humano ha ido desarrollando numerosas herramientas, que le han hecho evolucionar y disfrutar de mayores comodidades.

¿Cómo serán los empleados del futuro? La futura generación de empleados, directivos, profesionales de RRHH, arquitectos y desarrolladores de TI, son hoy los niños que se conectan a Internet para ver los episodios de de sus series favoritas en YouTube, en lugar de esperar a verlos en la televisión. Son usuarios expertos en medios sociales

y sus expectativas son radicalmente distintas a las que se tienen hoy en día. Es posible que los futuros responsables de RRHH deseen tener delante múltiples pantallas para obtener una visión global de las actividades y poder tomar decisiones rápidas con un simple “arrastrar y soltar”, como en la película Minority Report.

Pero, además de esta visión futurista de los Recursos Humanos, lo que ya es un hecho es que las organizaciones son cada vez más virtuales. En los próximos años, la visibilidad, el desempeño o la productividad no se basarán únicamente en el trabajo en una oficina, sino también en el nivel de comunicación y participación existentes en estos espacios digitales de colaboración y procesos inteligentes de Recursos Humanos. La estructura de las empresas será cada vez más horizontal y se encontrará mejor

interconectada, hasta el punto en que apenas se perciba la línea que separa las funciones de los directores y empleados.

En cuanto a la tecnología, cobra una gran importancia el uso de un mismo software de RRHH global tanto para el personal de oficina, como para las oficinas virtuales y comunidades de teletrabajo, con independencia de dónde se encuentren ubicadas, o incluso con futuras estaciones espaciales. Y es que la tecnología de geolocalización, Internet y “la nube” experimentarán una evolución inimaginable y el concepto de necesidades locales traspasará las fronteras nacionales. Pero no hemos de esperar mucho para llegar a esto, porque parte de ello ya está prácticamente aquí.

Para simplificar la vida del usuario, la tecnología de RRHH debe evolucionar hacia procesos flexibles e inteligentes que apoyen la toma de decisiones y en los que se guíe a este por las rutas y los pasos empresariales propuestos, tomando como base la estrategia de la empresa, los recursos, análisis, pronósticos y simulaciones. Estas herramientas deben aunar transacciones, procesos, análisis y tecnologías colaborativas. Además, los análisis no deben ser simplemente un conjunto de sofisticados indicadores, como paneles o indicadores claves del personal, sino el inicio de un proceso de decisión que lleve acciones y procesos concretos.

El siguiente desafío en la gestión de las empresas internacionales es la de responder a las necesidades tanto globales como locales. 

La vertiginosa velocidad con la que aparecen nuevas tendencias lleva a pensar que el reto al que se enfrentan las organizaciones, entre ellas las de software, será cada vez mayor. Por un lado, las nuevas tecnologías, incluyendo los modelos nuevos como SaaS (Software as a Service), permiten a las empresas replantearse los procesos de RRHH y moldear de forma continua e innovadora el área de capital humano. Y por otro, las organizaciones están sujetas a los constantes cambios que generan los proveedores.

Ante este panorama, sólo se puede concluir que la clave del éxito depende de la capacidad de decidir qué tecnologías adoptar y cuáles debemos abandonar, así como la capacidad de adaptarse a estos ritmos de cambio vertiginosos. Aquellas empresas que consigan definir y controlar su estrategia de soluciones, tendrán una mayor capacidad para la adaptación a los clientes y el mercado.

Pero, por mucho que se adopten tecnologías de alta usabilidad, redes sociales, cloud computing o se tenga una gran capacidad para gestionar volúmenes de información y procesos, siempre es necesario que existan modelos que faciliten la incorporación de estas nuevas tecnologías a la realidad del día a día. Al final, lo importante es que se simplifique la vida del usuario para conseguir que su experiencia sea ágil, intuitiva y transparente.

 

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