Por : Mauricio Bock
Director de Drumming Up
Sin lugar a dudas, el departamento de RR.HH., en las organizaciones ha venido cambiando de ser ajeno al negocio, concentrado únicamente a la parte administrativa de la gestión de recursos humanos, a transformarse para acompañar la estrategia del negocio.
En las mejores organizaciones no se habla de “recursos humanos” sino de “gestión del talento” y es que su nombre conlleva cambios muy importantes. Es pasar de trabajar en laboratorio elaborando proyectos a entender las necesidades de los clientes, saliendo al campo.
Ser socio de negocios es entender que los protagonistas principales son aquellos que actúan directamente sobre el negocio, vendiendo, reduciendo costos, planeando y planificando. Se trata de tratar a estos protagonistas como sus clientes principales y construir con ellos los productos de gestión del talento. Es entender también de ir a su ritmo y buscar sacar los “quick wins” a la velocidad que lo requiere el negocio.
El peor enemigo de la gestión del talento es el tiempo. ¿Cuántas veces observamos quejas por parte de los clientes internos sobre el tiempo que requiere RR.HH., en la selección, o en sistemas de medición del desempeño muy complejos, competencias con un lenguaje inaccesible y demás?
Consejos para triunfar
- Levantamiento de necesidades : las personas de RR.HH., tienen que vivir la realidad del negocio, por ello, las mejores organizaciones las acercan al campo, a la fábrica y no en oficinas administrativas.
- Productos y no proyectos : las soluciones de gestión del talento tienen que ser planteadas como productos con los componentes de marketing, desde construir un nombre atractivo con un logo y un plan de comunicación, por ejemplo, para un proceso de medición de evaluación del desempeño.
- Partir con el fin en mente : realizar productos que impacten directamente en el negocio y generen valor al negocio. Es entender el retorno de inversión que generan.