Por Karla Martell Zapata (Perú), kmartell@perfil.com.pe, Consultora Organizacional de Perfil
Apostar por la satisfacción laboral es algo que en los últimos años se viene dando cada vez con más fuerza. Múltiples investigaciones revelan que esta se encuentra muy relacionada a la productividad, al clima organizacional; es decir, entre más satisfacción laboral, mayor será la probabilidad de que la productividad y el clima organizacional se incrementen. De manera inversa sucede con el ausentismo y la rotación, los cuales tienden a disminuir en la medida que la satisfacción es mayor. De ahí que muchas empresas se muestren interesadas por destacar o si quiera ocupar un lugar en las listas de las mejores empresas para laborar.
Algunos dirán que en otras épocas un buen grito y don de mando eran suficientes para que las personas hicieran su trabajo de manera efectiva, sin embargo; es importante ser conscientes que los cambios socio económicos traen consigo nuevos paradigmas, los que contribuyen a la formación de expectativas de los futuros y actuales trabajadores; quienes pugnan hoy en día, por puestos que no solo les brinden estabilidad, sino también una posibilidad de desarrollo y crecimiento profesional y porque no también a nivel personal. Las actuales tendencias en la gestión de recursos humanos, apelan justamente a ello, centrándose en la potencialización del talento humano como la principal herramienta para destacar en el mercado.
Es así que la satisfacción laboral se inserta como una condición necesaria de revisar al momento de planificar las metas organizacionales. La satisfacción laboral no es otra cosa que la actitud que poseen las personas hacia su trabajo; y se encuentra influida por las condiciones laborales, los reconocimientos, las relaciones interpersonales y posibilidades de desarrollo como líneas de carrera entre otros.
Cuando las personas no se sienten satisfechas a nivel laboral presentan comportamientos que se pueden diferenciar en:
- Los que buscan un nuevo empleo.
- Intentan dialogar con sus jefes para mejorar las condiciones.
- Prefieren esperar pasivamente confiando en el “buen hacer” de su empresa.
- Y los que entorpecen el trabajo, limitando sus esfuerzos y permitiendo por tanto, que empeore la situación.
Es importante saber que los colaboradores no siempre van a mantenerse en estas posturas, sino que pueden ir variando de unas a otras, de acuerdo a las circunstancias que perciban en su entorno y la percepción de sus propias posibilidades. Además, es bueno saber, que si bien es cierto, el entorno juega un rol importante para que se dé una situación de insatisfacción laboral, la persona trae consigo aspectos que podrán favorecer o no, una percepción de mayor o menor satisfacción.
Cuando en una organización los colaboradores no están satisfechos; es importante usar las vías de comunicación no solo con la finalidad de canalizar la información de las situaciones generadoras de conflicto, sino también de las propuestas. En cuanto a los colaboradores, cuando nos toca atravesar una circunstancia así, vale preguntarnos también, cual es la posibilidad que me está brindando esta situación. Recordemos que una crisis siempre trae de manera implícita una oportunidad.
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