Salud y bienestar integral de los trabajadores, claves de satisfacción laboral

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Por Javier Blois (Perú) – Director médico de Kimberly-Clark.

Los beneficios relacionados a la salud y el bienestar se han difundido positivamente entre las organizaciones. Hoy, definitivamente, una cultura empresarial que favorezca y fomente un clima seguro y saludable es altamente valorada y elegida. Trabajar en entornos saludables se ha convertido no sólo en una cuestión legal, sino también y sobre todo de ética, un “derecho” según el Global Compact de las Naciones Unidas, que incide en la retención de talento y en mayores índices de satisfacción con el trabajo.

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De ahí que “ocuparse” de la salud en el trabajo es un requisito cada día más solicitado: un estudio reciente de Willis Towers Watson, empresa líder en consultoría global, asegura que cerca del 74% de las personas en relación de dependencia en Latinoamérica considera que las empresas deben tener  un rol “activo” en la salud de sus empleados. Y es una percepción compartida. El mismo estudio concluía que el 72% de las empresas encuestadas creía que su compromiso con estos temas aumentaría significativamente en un horizonte de dos años.

Si esto es así deberíamos preguntarnos el por qué. Los colaboradores y especialmente los llamados millenials generan mayor empatía y pertenencia con lugares de trabajo que les permitan un balance entre la vida personal y laboral y en los que, realmente, se vivencien programas de bienestar integral enfocados en la prevención y mejora de la salud.

No se trata sólo de abonar la cuota del gimnasio u ofrecer unas clases de yoga una vez cada tanto (que también está muy bien); se trata de ofrecer programas integrales más allá del “nice to have”  (lo que estaría bueno tener), que aborden el bienestar de manera consistente en el tiempo, teniendo en cuenta desde espacios de trabajo pensados para la comodidad física y mental, hasta menús de comida saludable y por constantes capacitaciones sobre el autocuidado y la prevención.

Se trata de brindar una ecuación en la que todos ganen. Actualmente, algunas de las mal llamadas “plagas” que aquejan a los empleados latinoamericanos, como muestran estudios como el mencionado, son el estrés, la falta de actividad física y mental, la obesidad y la nutrición desbalanceada. Todas problemáticas que redundan en colaboradores menos productivos, con mayores tasas de ausentismo y de insatisfacción.

Según Sabine Sonnentag de la Universidad de Constanza, Alemania, el ejercicio, los descansos del trabajo, las prácticas de relajación y unos límites más estrictos entre el trabajo y el hogar pueden reducir el estrés laboral y aumentar el bienestar y la pertenencia de los empleados.

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