Por Diego Cubas , General Manager de Cornerstone Lima
La palabra “headhunter” proviene de la lengua inglesa y significa en español cazador de cabezas. El término alude a la práctica de decapitar seres humanos y conservar sus cabezas como símbolo de triunfo o trofeo.
El origen de la utilización del concepto en el ámbito empresarial se sitúa en Estados Unidos, justo después de que concluyera la Segunda Guerra Mundial.
En aquella época, la mayoría de organizaciones requerían de cabezas organizacionales, de profesionales que tuvieran la habilidad y capacidad para hacer crecer sus negocios.
Hasta hace 10 años, las organizaciones contrataban headhunters únicamente para la caza y contratación de sus altos directivos. Sin embargo, las empresas más exitosas se dieron cuenta de que tanto para sus posiciones de gerencia media, puestos especializados y posiciones de entrada de alto potencial requerían cazar talento, es ahí cuando nace el término Talent hunting. Entre las posiciones solicitadas a estas firmas, están las gerencias de segunda línea, jefaturas, coordinadores, ingenieros especialistas y programas de trainees.
El talent hunting es la búsqueda directa de talento para organizaciones. Esta metodología permite resultados superiores a otras metodologías de selección de personal convencional.
En el Perú, diversas organizaciones están optando por contratar talent hunters, en lugar de firmas de selección convencional, aun cuando la inversión es sustancialmente superior.