Por Rocío Mori, Gerente de Selección de Trabajando.com – Perú
El estrés es un término que va incorporándose ya no solo dentro del área sanitaria, sino que va calando y se apropia también del área organizacional. De esta manera, tenemos diversas posiciones laborales que originan diferentes alteraciones en el individuo y la empresa. No es extraño que el vocablo “estrés” tenga sus orígenes en la física y es entendida como la fuerza generada hacia un objeto, pudiendo cambiar su composición.
La globalización trae consigo una terminología, como el “Síndrome de Burnout”, también llamado “Síndrome de Desgaste Profesional” o “Síndrome de Desgaste Ocupacional”. Aplicando esto en la cotidianeidad, las exigencias propias de la posición y el tipo de ocupación podrían alterar, en las personas, sus recursos de afrontamiento, ocasionando cambios fisiológicos (cefaleas, tensión muscular, taquicardia y somatización), así como reacciones emocionales (irritabilidad, ansiedad, frustración, etc.).
Las profesiones ocupacionales relacionadas al mundo sanitario, la administración pública piloto comercial, ejecutivo comercial, suelen ser las que más incidencias estadísticas reflejan ya que están en contacto con personas.
Entre los trabajos que reportan menores índices de estrés están arte, literatura y gastronomía, así como el diseño gráfico, pues son actividades que permiten el despliegue de creatividad e imaginación espontáneamente. Lo cual, además, les da una cierta satisfacción personal.
