Reconocimientos corporativos: ¿Está lista su empresa para compartir sus buenas prácticas?

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Cada año, más empresas participan en eventos que premian y reconocen las buenas acciones y prácticas que ellas realizan en el ámbito de la gestión de personas. A través de estos acontecimientos las empresas comparten sus logros con la sociedad. Pero, este es solo el aspecto más visible, pues la repercusión de estos eventos sobre el mercado y las propias empresas va mucho más allá. ¿Cómo pueden las empresas alistarse para compartir sus buenas prácticas?

En primer lugar, hay que señalar que las buenas prácticas de gobierno corporativo se han vuelto imprescindibles para la sostenibilidad de cualquier negocio. En este contexto, Ana María Gubbins, Gerente General de Great Place to Work, señala que los reconocimientos públicos contribuyen a poner los reflectores en aquellas empresas que precisamente sobresalen  por sus buenas prácticas. Sin duda, una información muy relevante para el mercado.

Además, a las empresas les brinda la oportunidad de conocer las mejores prácticas del mundo empresarial en temas de gestión de personas. «Eso es sumamente importante, más aún porque estamos en un entorno laboral mucho más complejo y retador, debido el ingreso de nuevas generaciones que vienen con otras perspectivas de trabajo», anota Carlos Vivar, Director de Capital Humano de Arca Continental-Lindley.

En efecto, si la empresa se limita solo a lo que ella hace, va a ver reducida su rango de innovación y limitada su capacidad para adaptarse a las nuevas necesidades de su gente.

Sana competencia
Por otro lado, los reconocimientos públicos son también un elemento que aviva la sana competencia. Que una empresa sea reconocida o premiada por la forma en que gestiona a su personal, sin duda, va a despertar en sus competidores el interés para emularla y, por qué no, superarla.

«Es una forma de “contagiar” al resto a hacer las cosas bien, y ese contagiar va poniendo la valla más alta cada vez y, al final, se benefician todos: trabajadores, empresas, accionistas y sociedad», resume Ana María Gubbins.

Annarita Nieri Cantalupo, Gerente de División Capital Humano y Experiencia de Clientes de VisaNet Perú, coincide en que se trata de una competencia que promueve la mejora continua, ya que si una empresa es considerada un referente porque hace las cosas bien, va a incentivar a las demás a seguir ese camino.

Los reconocimientos son también importantes porque dan visibilidad a las nuevas maneras de hacer las cosas. «Brinda acceso a nuevos programas y prácticas de gestión de personas, muy importantes en un entorno en que los colaboradores cambian constantemente», refiere Carlos Vivar.

Impacto
Todos esos estímulos y beneficios que traen los reconocimientos públicos tienen extraordinarios efectos en el desempeño de las empresas y en las personas que las conforman.

Ana María Gubbins señala que está probado, en condiciones macroeconómicas normales, que las empresas que destacan por su excelencia en clima laboral y gestión de personas tienen mejores índices de rentabilidad y productividad y un destacado desempeño en el mercado de capitales. También mejores servicios y productos, mejores índices de satisfacción al cliente, facilidad para atraer el mejor talento, menor resistencia al cambio y mayor capacidad de innovación, entre otros beneficios.

«Por lo general, su desempeño en estos índices está entre dos y tres veces por encima del mercado. Toda empresa que en los últimos 15 años ocupó algún lugar en nuestras listas puede dar fe del impacto positivo que tuvo tanto hacia el mercado como internamente», asegura Gubbins.

Es evidente el impacto positivo que tienen sobre la marca empleadora, pues una empresa que es reconocida por tener mejores prácticas de gestión de personas atrae de por sí al talento.

«En definitiva, pone a la empresa en el hotspot de muchos candidatos que están buscando un buen lugar para trabajar y desarrollarse profesionalmente», expresa Annarita Nieri .

Sentido de orgullo
Los premios y reconocimientos tienen igualmente un efecto positivo en el sentimiento de orgullo de los colaboradores que laboran en una empresa que es reconocida públicamente. «El sentido de orgullo y pertenencia del colaborador hacia la empresa se afianzan cuando una empresa es reconocida públicamente», subraya Annarita Nieri .

Ese efecto sobre el orgullo, en opinión de Carlos Vivar, es de mucha trascendencia, ya que, a su vez, impacta en el compromiso del colaborador, promoviendo así una mayor productividad que finalmente se traduce en mejores resultados para la compañía.

Como se sabe, en 2016, Arca Continental-Lindley obtuvo el Gran Premio ABE, otorgado por la Asociación de Buenos Empleadores de AmCham Perú, por su compromiso y contribución con la responsabilidad social laboral.

Sucede que cuando las empresas son reconocidas públicamente, sus colaboradores valoran, creen y se identifican más con el trabajo que realizan día a día. «Se crea un cierto sentido de superioridad que motiva a los colaboradores a asumir retos que los mueven de su status quo, que los impulsa a innovar constantemente y a atreverse a generar cambios transformadores en la empresa», explica Annarita Nieri Cantalupo.

Desde este punto de vista, participar en los eventos en los que se compite por premios y reconocimientos son esenciales para motivar e incentivar a los colaboradores a que sigan generando valor en la organización.

«Definitivamente, cada vez que hemos sido reconocidos por diferentes instituciones, como por ejemplo, Great Place to Work, Premios ABE, Premio Creatividad Empresarial, entre otros, nuestros colaboradores han asumido ese premio como propio porque saben que este esfuerzo es el reflejo del valor que generan día a día en su trabajo», refiere Annarita Nieri.

Los reconocimientos
Sin duda, uno de los reconocimientos más apreciados en el ámbito de la gestión de personas es el Great Place to Work (GPTW), que distingue a aquellas empresas con excelentes ambientes de trabajo para todos sus colaboradores. Este reconocimiento a las «Mejores Empresas para Trabajar» en el país se realiza a través de la publicación del  ranking GPTW.

A decir de Ana María Gubbins, lo que distingue a GPTW de otros premios en el mercado es que son reconocimientos que se basan principalmente en la opinión que tienen las personas que trabajan en cada una de esas empresas respecto de su ambiente de trabajo; y, en menor proporción, en las prácticas y políticas de recursos humanos que desarrolla la empresa.

En GPTW adicionalmente cuentan con «premios especiales» para distinguir a aquellas empresas que destacan por sus mejores prácticas de gestión de personas, así como por el esfuerzo para superarse año a año. Así, tienen los premios a la excelencia en liderazgo, «engagement», capacitación y desarrollo, ambiente saludable y seguro, responsabilidad social participativa, «la voz del empleado», trato justo y equitativo, sentido de familia y equipo y reconocimiento.

Por lo pronto, en GPTW acaban de publicar la primera lista de Las Mejores Empresas para Trabajar para Mujeres en el Perú, ranking que se publicará todos los años. «Adicionalmente, hemos incluido algunos conceptos en nuestro modelo como son el de la innovación, servicio al cliente, disposición al cambio entre otros y algunos demográficos opcionales que proporcionan información de interés a las empresas.  No descartamos publicar listas por sectores», comenta Ana María Gubbins.

Rasgos de las empresas
Los certámenes relativos a la gestión de personas son acontecimientos que, de otro lado, hacen posible descubrir rasgos, características y diferencias entre las empresas.

Desde la perspectiva de GPTW, por ejemplo, las mayores diferencias entre las 50 Mejores Empresas para Trabajar de 2016 y las demás, tienen que ver con una serie de beneficios especiales que las primeras otorgan al colaborador y su familia. Estos beneficios están relacionados con una serie de aspectos: equidad en las compensaciones y distribución justa de las ganancias, reconocimiento por logros y esfuerzo extra, la práctica de un estilo de gestión más participativo e inclusivo, y oportunidades de capacitación, desarrollo y crecimiento profesional, entre otros.

Comparado con la región, Ana María Gubbins indica que, si bien los resultados de las Mejores Empresas para Trabajar de Perú son muy similares a la lista de las Mejores de Latino América, Perú supera a la región en temas de liderazgo. Más concretamente, en Perú las empresas destacan en la manera cómo sus líderes gestionan e involucran a sus equipos en el trabajo, en el trato equitativo que les dan, y en lograr que todos estén alineados hacia un mismo objetivo.

«Por otro lado, Perú se encuentra por debajo de la región en algunos temas como capacitación y desarrollo profesional, seguridad de conservar su puesto de trabajo en el futuro, cierta discriminación por raza y nivel socio económico, y percepción de que no hay un reparto justo de las ganancias con los trabajadores», especifica Ana María Gubbins.

Interés creciente
Pese a que todos los años hay más empresas interesadas en participar abiertamente de estos premios, se percibe que el mercado peruano es bastante conservador. Es frecuente que las empresas pospongan su participación en los eventos hasta el momento en que sientan que pueden lograr una posición o un premio que consideran que puede beneficiarlos.

«Por otro lado, son muchas las empresas clientes que pudiendo ocupar un lugar en nuestras listas prefieren no hacerlo por guardar perfil bajo.  En fin, creo que en este sentido todavía nos falta evolucionar y dejar atrás ciertos prejuicios», anota Ana María Gubbins.

El mayor interés por participar está, en realidad, en el ámbito de las grandes empresas. Aún las pequeñas y medianas empresas no se animan a presentarse, lo cual le parece erróneo a Carlos Vivar, porque éstas son empresas que, al estar más cerca de la operación, tienen una mejor noción de las necesidades de sus colaboradores y, por ende, pueden desarrollar prácticas muy interesantes en temas de gestión de personas.

Ana María Gubbins exhorta a las empresas a superar el miedo a participar y a generar falsas expectativas en los colaboradores, a dejar de lado el temor de que sus competidores logren una mejor posición que ellas y a vencer el recelo de que un tercero las evalúe.

Recomendaciones
Desde luego, participar en estos premios y eventos supone ciertas consideraciones a tener en cuenta.

Supone, en primer lugar, que existe consciencia de parte de la empresa de que cuidar, desarrollar y potenciar el factor humano es un objetivo que tiene que estar alineado a la estrategia del negocio. Debe quedar claro, asimismo, refiere Ana María Gubbins, que la cultura es un diferenciador estratégico clave y, por ello, es esencial poner atención en el activo principal de la empresa: las personas.

Por su parte Carlos Vivar sugiere esquematizar la práctica de manera que pueda ser entendible y rápidamente exportable a otras organizaciones. No menos importante es contar con indicadores para mostrar, pues no es posible ver con claridad el impacto de una práctica si no se tienen los datos que lo sustente. Por último, se debe tener mucha creatividad para comunicar y presentar los casos.

No hay que olvidar que participar en premios y rankings, al margen de sentirse o no preparado para hacerlo, brinda una extraordinaria oportunidad para contar con un referente acerca de cómo la empresa está frente al mercado. «Si lograron situarse entre las mejores, en buena hora, si no, que los ayudaremos a identificar las razones por las cuales no lo lograron aún», refiere Ana María Gubbins.

Pero, hay que tener siempre presente que la motivación fundamental tiene que ser un genuino interés por mejorar la experiencia de las personas, ya que ello influye directamente en los resultados del negocio.

No hay que perder de vista que estos eventos traen consigo una gran responsabilidad en la gestión del reconocimiento al interior de la empresa. Como señala Annarita Nieri Cantalupo, cuando  una empresa es reconocida se debe, en gran medida, al esfuerzo y compromiso de sus colaboradores  y, por lo tanto, tiene que haber una actitud de reciprocidad.

Se recomienda que las empresas tengan previsto qué hacer cuando los resultados de participar en un certamen no son los esperados. Annarita Nieri Cantalupo propone enfrentar esta situación como una experiencia transformadora, una oportunidad para analizar y darse cuenta lo que falta corregir y avanzar.

Desde luego, el feedback es un elemento que tiene que acompañar este proceso, ya que se han detectados oportunidades de mejora y se requieren planes de acción para obtener mejores resultados la próxima vez.

Perspectivas
Al margen de los resultados, Ana María Gubbins insta a las empresas a dejar de lado el perfil bajo y enfrentar el desafío de mejorar la experiencia y condiciones de trabajo de los colaboradores para que estos den lo mejor de sí a la empresa en que trabajan.

Ciertamente, toda empresa cumple un rol en la sociedad y qué mejor que compartir con ella los logros obtenidos.

Por otro lado, no hay que perder de vista que en el mundo altamente interconectado de hoy la reputación de las empresas se ha tornado más vulnerable. Además, la gestión de personas se ha vuelto fundamental en la manera cómo los empleados experimentan el negocio y cómo los clientes experimentan la marca.

«De ahí que los premios y reconocimientos de gestión de personas se vuelvan cada vez más importantes pues constituyen un referente en el mercado, para el caso de GPTW, de culturas con sólidos valores y  elevados niveles de confianza», destaca Ana María Gubbins.

Empresas como Arca Continetal-Lindley eso lo tienen muy claro y por eso continúan compartiendo sus logros. «Actualmente, seguimos trabajando y elaborando programas de gestión de personas porque nos gustaría postular a categorías en las que no hemos tenido reconocimientos. Por ejemplo, programas de capacitación, comunicación interna, employer branding, entre otros», expresa Carlos Vivar.

Finalmente, hay que señalar que históricamente, por temas coyunturales, el empresariado peruano ha preferido guardar perfil bajo. Tal vez sea momento de cambiar de actitud. Participar en los eventos que reconocen y premian las buenas acciones y prácticas (y compartir sus logros con la sociedad) puede ser una manera de comenzar el cambio y obtener los beneficios que ello trae.

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