Trabajando.com realizó un estudio con el propósito de ver cómo los trabajadores manejan durante el horario laboral y las consecuencias que puede tener no descansar bien, ni dormir las horas adecuadas.
A la pregunta ¿te has quedado alguna vez dormido en el trabajo?, respondieron más de 2.500 personas. El 42% de ellos señala que no lo ha hecho nunca, el 30% dice que no, pero reconoce que a veces debe esforzarse para no dormirse, mientras un 16% señala que si ha estado en esta situación y ha cerrado los ojos en su escritorio, el 10% lo ha hecho en el baño y el 3% restante, en una reunión.
En contraste con otros países de Latinoamérica, los peruanos parecen ser los más dormilones; le siguen los chilenos, pues el 26% de ellos se ha quedado dormido en su trabajo; luego están los mexicanos con un 18%; y, finalmente, el 16% de los argentinos también ha vivido esta situación.
Es común que al comenzar una nueva semana laboral las personas se sientan cansadas y con bastante sueño, es por ello que les consultamos a los peruanos ¿te afecta el sueño el domingo por la noche al pensar que comienza una nueva semana de trabajo?. El 28% dijo que nunca se ha visto amenazado por éste, en tanto, un 46% señaló que sólo cuando ha tenido un gran proyecto. Mientras, un 14% reconoce que el lunes debe esforzarse bastante a menudo, pues por lo menos un par de veces al mes sufre por el sueño y finalmente está el 12% que cada semana debe lidiar con el cansancio al comenzar una nueva jornada.
Y ¿cómo les afecta el sueño en el trabajo a las personas?, el 46% de los encuestados siente que es menos productivo, el 33% considera que la calidad y precisión disminuye, un 11% señala que no tiene capacidad de expresar sus ideas de manera clara y, finalmente, el 10% reconoce que por lo general se le olvidan las cosas.
Pero la mayoría de los trabajadores ya ha encontrado sus técnicas para lidiar cada jornada con el sueño, el 48% de ellos va al baño a lavarse la cara, el 28% va a tomar aire fresco, un 20% suele tomar café o bebidas energéticas y un 4%, prefiere dormir (a veces a escondidas) para que se acabe esa sensación.
