3 consejos para conciliar tu vida laboral con tu empleador

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La conciliación consiste en que cada persona, individualmente, combine sus quehaceres diarios en ambos planos: personal y profesional. Lo que para unos puede ser entrar a trabajar de madrugada y salir a medio día, para otros puede ser un horario partido para poder llevar y recoger a los niños del colegio, otros tal vez prefieran trabajar desde casa los viernes o por las tardes. La pregunta es ¿Quién determina el tipo de conciliación u horario?

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Como resulta más complicado de lo que parece Savia, empresa desarrolladora de soluciones software de RRHH y Nómina, propone 3 maneras de conseguir llegar a esa conciliación de un modo coherente y beneficioso para empresa y empleado:

  1. Tomar una decisión personal.
    Como decíamos, la conciliación y el modo de llevarla a cabo es subjetivo, entonces el primer paso es tomar la decisión de cuál sería tu situación ideal. ¿Trabajar de noche? ¿De día? ¿En casa? ¿En horario partido? La primera elección es tuya, antes de proponerla ante la Dirección. Deberás saber qué situación sería la adecuada para ti.
  2. Establecer resultados u objetivos.
    Normalmente, esos cambios en tu horario que vas a plantear han de responder a la consecución de unos objetivos o necesidades: recoger a los niños del cole, acudir a clases de formación, cuidar de familiares, etc. Sea el motivo que sea, tendrás que ser consecuente porque la flexibilidad que implica la conciliación no se trata de hacer cada día el horario que mejor te parezca, sino de hacer siempre el mismo pero en base a unos criterios predefinidos.El beneficio ha de ser común entre empresa y empleado, además la empresa también debe saber cuándo y dónde trabajas en cada momento.
  3. Marcar los límites.
    A estos límites nos referíamos en la última línea del punto anterior. Si por ejemplo trabajas desde casa, tus jefes o compañeros también deberían saber a qué horas trabajarás, cuando harás las pausas para comer, etcLa flexibilidad supone tener cierta libertad, pero no la libertad extrema. Imagina que recibes un email importante e urgente y tú, que trabajas desde casa, has decidido a mitad de mañana salir a pasear al perro. No avisaste a nadie, y tardas más de 30 minutos en volver a tu puesto de trabajo. ¿Cómo explicas a tu jefe que a la hora en la que deberías estar trabajando, fuiste a pasear al perro?Hay que establecer límites, también para que tus compañeros no te llamen cuando terminas tu jornada o cuando has salido a comer, porque en esos momentos ya no estás trabajando, es como si estuvieras fuera de la oficina. Esos límites serán los que más te beneficien y por los que, en un principio, exigiste la conciliación.
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