43.7% de los peruanos considera que sin la tarjeta de alimentación se afectaría su economía

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El nuevo estudio de Edenred revela las tendencias y preferencias de sus usuarios ante el incremento de precios y la inflación económica que se vive en diferentes países de Latinoamérica.

Tras cerrar un 2022 económicamente desafiante para muchos peruanos, se vuelve fundamental para las empresas analizar el impacto que tiene el alza de precios en la vida cotidiana de sus colaboradores, revisar sus preferencias de consumo post inflación y con ello evaluar las mejores opciones para entregar incentivos de valor. En este contexto, Edenred da a conocer los primeros resultados de su Barómetro de Alimentos 2022, realizado de manera internacional a todos sus usuarios, el cual revela las tendencias que están generando mayor valor para los colaboradores peruanos.

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Prioridad por la alimentación

La inflación ha tenido un impacto considerable en todos los sectores de mercado, sobre todo en el de alimentos. Sobre ello, el estudio detalla que el 87.9% de peruanos considera que los gastos en compra de alimentos subirán en los próximos meses y que este incremento es uno de los que más ha afectado sus finanzas en el último año.

“El 2022 se presentó como un año retador y este 2023 llega con un panorama económico similar. En un escenario así es indispensable que el empleador reconozca aquellos incentivos que realmente puedan generar valor entre sus colaboradores y que una solución importante a considerar es la tarjeta de alimentos, para asegurar la canasta básica, siendo esta una prioridad. Por eso mismo, la mayor cantidad de nuestros usuarios en el Perú usan nuestras tarjetas en sus compras de víveres del mes”, señala Maria Cecilia Toledo, Gerente de Marketing y Producto de Edenred.

Actualmente, el 43.7% de los peruanos usuarios de una tarjeta Edenred considera que sin ella perderían poder adquisitivo. Esto demuestra que un importante número de usuarios cuenta con este incentivo para garantizar parte de sus alimentos anuales y que el uso de estas implican necesariamente un ahorro e incremento de su poder adquisitivo regular.

“Esta es una situación que desencadena otros temas, cuanto más aumenta el gasto en alimentos, menos dinero se dedicará para otros elementos esenciales como la educación y la atención médica, lo que profundizará la pobreza general y aumentará desigualdades en todo el mundo. En lo que a latinoamérica se refiere, en Chile, Colombia y Perú más encuestados se preocupan por motivos ambientales y están mucho más atentos a su salud y hábitos alimentarios”, agrega Toledo.

Tendencia saludable

Por otro lado, la inflación está cambiando los hábitos alimenticios de los trabajadores. De los entrevistados, el 73% dice que ahora está mucho más atento a su salud y a sus hábitos alimenticios y el 79% espera ahora una oferta más saludable de restaurantes.

“Uno de los principales beneficios de contar con una tarjeta de alimentos es que las personas se alimentan mejor, cuentan con una solución práctica para el almuerzo que no interfiere con sus finanzas personales”, finaliza la Gerente de Marketing y Producto de Edenred.


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