Despedir a un empleado puede ser complicado, ya que se trata de una decisión que puede afectar emocionalmente al colaborador. Sin embargo, en una situación que se da con mucha frecuencia en el ámbito laboral.
El anuncio de esta medida debe ser realizada verbalmente, por tal motivo aquí tienes algunas claves para que ésta genere el menor impacto posible:
- Anticípate. El despido supone una decisión final. Por eso, antes de llegar a él has tenido que agotar otras vías comunicativas. Cuidar el capital humano es clave y hacerle saber aquellos puntos que debe reforzar antes de recurrir a la opción definitiva, te hará crecer como empresa.
- Respeta la intimidad del empleado. Trata de comunicarlo de forma privada y discreta, en persona y a ser posible sin “espectadores” (compañeros de trabajo, responsables adjuntos, etc.) ni interrupciones de ningún tipo.
- Comunicación directa. Tienes que transmitirlo de forma directa y concisa. Si detallas las acciones que han llevado al empleado a esta situación puedes entrar en un debate con justificaciones y excusas que no nos interesan. Si se produce esa situación, tu interlocutor puede entender que estás dando pie a una reflexión cuando lo que realmente planteas es una situación irreversible. Tienes que comunicar la decisión sin preámbulos, con firmeza y argumentando motivos de peso.
- Controla la “segunda parte”. En esa misma comunicación, hay que establecer los próximos pasos a seguir por ambas partes: plazo de preaviso, firmas, entrega de bienes corporativos, etc.
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El equipo de trabajo debe recibir una explicación. Para el resto de empleados, estas decisiones no deben suponer un riesgo. Si creamos un ambiente tenso y de incertidumbre, el rendimiento del personal se verá directamente afectado.
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