Feedback significa retroalimentación y puede ser utilizada como sinónimo de respuesta, reacción, o desde un punto de vista más técnico, para referirnos a un método de control de sistemas.
Como tal, el término es empleado, en este último sentido, en áreas especializadas, pero ¿Cuáles son las principales recomendaciones a la hora de dar el feedback a un colaborador?
- Hacerlo en tiempo real: Muchas veces se espera a las Evaluaciones de Desempeño para recién evaluar al trabajador, lo mejor es hacerlo en tiempo real, de forma inmediata, tras el desarrollo de una acción, para tener frescos los detalles del desempeño.
- Hechos concretos: El feedback, más que sentimientos o emociones, debe hacerse sobre la base de acciones concretas, basándonos en lo que hemos observado de forma concreta en el desempeño del colaborador en términos profesionales.
- Directamente con la persona: Se debe esperar el momento indicado para hablar exclusivamente con la persona a la que se le va a dar feedback. No es recomendable hacer una evaluación delante de un grupo, para no poner a la persona en el centro de la atención. Si es un elogio, sí, pero si es algo por mejorar, de forma privada.
- Hacer a un lado lo subjetivo: Hay un método que se conoce como la técnica del sándwich: primero una capa de mensaje positivo, en el medio el feedback (en caso de que sea algo negativo) y cerramos con otra capa de mensaje positivo. La receptividad será más adecuada. Si uno empieza de forma negativa será más la defensiva.
- Pedir su versión: Antes de empezar a dar el feedback es importante preguntarle a la persona por un momento específico o por el motivo por el que se va a dar el feedback. Si se trata de una situación es importante ponernos en el contexto, saber su punto de vista, y después de eso saber qué podemos aportar en términos de evaluación.
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