En Lima, se concentra la mayor cantidad de centros de trabajos informales debido al mayor volumen que existe.
Por falta de educación, conocimiento o experiencia, cual sea la razón, los jóvenes están en una trampa que va en aumento y no parece tener forma de parar. Y es que, la informalidad laboral persiste, a tal punto que 7 de cada 10 jóvenes, entre los 18 y 25 años, que ingresa al mercado laboral, lo hace al sector informal, trabajando incluso en condiciones muy precarias.
En general, según información de la Sunafil, la informalidad atraviesa todo el Perú, teniendo un 70% del mercado laboral no formal. Esto quiere decir que existen trabajadores en empresas constituidas pero que no otorgan a sus trabajadores los beneficios sociales como la CTS, gratificaciones, ni mucho menos tener acceso a protección social, pensión o salud.
En Lima, se concentra la mayor cantidad de centros de trabajos informales debido al mayor volumen que existe. De este grupo, los más proclives son los jóvenes debido a su poca experiencia o falta de formación profesional o técnica.
Frente a este problema, ¿cuál sería la solución? Carlos Cárdenas, Gerente Senior EY Perú , plantea seguir llevando fiscalizaciones para las medidas de seguridad. “Parte de lo que se puede hacer en estos casos para reducir la informalidad, son las fiscalizaciones y verificar cuáles son las condiciones de trabajo. Hacer, a su vez, que el mismo trabajador vea si el ambiente en el que labora, representa un riesgo. Si es así, denunciarlas”.
Así mismo, explicó que todo trabajador debería estar en planilla desde el primer día de trabajo. “Puede estar en periodo de prueba; sin embargo, esto no debería afectar y contar con los básicos, el general que es el de EsSalud y los complementarios para actividades de riesgo”, acotó.
Finalmente, destacó que el factor educación es determinante en este caso, así como la falta de experiencia y necesidad de dinero por parte de los jóvenes.