8 estrategias para tener una buena relación con tu jefe

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Existen muchos factores que influyen en la felicidad de los empleados, pero tener una buena relación con el jefe es esencial. Según un estudio llevado a cabo por BambooHR, un 44% de los empleados renuncian por tener un jefe tóxico.

Evidentemente no es lo mismo un líder que no te respeta que una mera relación cordial y distante, pero cuanto mejor te lleves con el y más te valore, mayores serán las probabilidades de tener éxito dentro de la compañía.

La clave para caerle bien a tu jefe no está en hacerle un café todas las mañanas ni convertirte en la «pelota» de la oficina; pero si existen algunos hábitos que si se practican el líder te vera como parte esencial de su equipo:

  1. Intentas resolver problemas por tu cuenta: Es clave que dejes de depender plenamente de tu jefe. Intenta resolver un problema antes de plantearlo al resto del equipo en una reunión, y anticípate pensando en soluciones para posibles retos que pudieran surgir. 
  2. Presta atención al detalle: No sólo es tu responsabilidad resolver problemas, también es conveniente que los detectes. Un jefe valorará que sus empleados sean cuidadosos y presten atención a los pequeños detalles, siendo capaces de identificar y solucionar los fallos. 
  3. Comunícate adecuadamente: Procura siempre comunicarte con tu jefe de la manera que más le guste. Si suele ponerse en contacto contigo a través del correo, sigue la misma línea. Si en cambio tiene a llamarte o prefiere mantener conversaciones cara a cara esfuérzate por corresponderle de la misma manera. 
  4. Pídele consejos: No es lo mismo depender de tu jefe para todo que pedirle un consejo cuando lo necesites; recuerda que son un equipo, y valorará que intentes trabajar junto a él, no sólo para él. De hecho, preguntar dudas te hará parecer más competente, con interés por mejorar y progresar. 
  5. Llega temprano al trabajo: Es conveniente que entres pronto a la oficina; estudios demuestran que los jefes valoran más a trabajadores que se esfuerzan por entrar antes, aunque también se vayan antes. Eso si, si madrugar mata tu productividad, y notas que rindes mejor trabajando por la tarde intenta explicarte la situación a tu superior para que entienda las razones por las que decides distribuir así tu jornada. 
  6. Expresa tu opinión: Es recomendable compartir tu punto de vista. Impone hablar delante de todo el grupo, pero tu jefe valorará tu esfuerzo y te acabarás convirtiendo en un miembro clave del equipo. Prepárate para hablar en público y recuerda que no hay ideas malas: habrá soluciones más y menos adecuadas, pero toda aportación puede ayudar. 
  7. Da las gracias: Siempre que recibas feedback de tus jefes dale las gracias, ya sea tras un comentario positivo o negativo. Es difícil tomarse bien una crítica, pero piensa que el objetivo final es ayudarte a mejorar en el futuro. Valora que tu jefe se haya tomado el tiempo de sentarse a hablar contigo y demuestra tu agradecimiento. Así, puedes mostrar tu interés en el futuro preguntándole si cree que has mejorado tras adoptar las medidas que hayas considerado necesarias. 
  8. Vete de vacaciones: No es ninguna utopía: según un estudio de Oxford Economics, los trabajadores que utilizan sus días de vacaciones tienen un 6,5% más de probabilidades de obtener un ascenso. Esto no significa que te asciendan por tirarte en la playa dos semanas al año, más bien implica que los trabajadores que mejor trabajan suelen considerar que necesitan un descanso. Además puede mejorar tu rendimiento, ya que volverás más renovado y posiblemente más creativo. 
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