En muchas organizaciones temen que el clima que ha alentado las denuncias de parte de muchas mujeres por conductas sexuales inapropiadas de los hombres haga que muchos de ellos se sientan incómodos en presencia de mujeres en el trabajo.
Una encuesta de New York Times/MorningConsult entre 5,300 hombres y mujeres indicó que el 67% de los trabajadores opinaron que había que ser extremadamente cuidadoso en los contactos con colegas del sexo opuesto y un 25% considera que los encuentros individuales de hombres y mujeres por razones laborales eran inapropiados.
Muchos ejecutivos han señalado que ya se olvidaron de las conversaciones en privado y de las cenas para conocerse. También de las bromas que se hacen y lo piensan dos veces si se tiene la posibilidad de ser mentor de una joven empleada.
“Pareciera que ha surgido una muralla que antes no estaba allí y ellos ya no saben lo que está permitido y lo que no. Es algo desconcertante”, señala Ana Quincoces, abogada de Miami y propietaria de una cadena de alimentos.
Ademas, indicó que muchos hombres que conoce están evitando situaciones sociales que antes eran normales. Lo que está sucediendo, señaló, “es bueno por un lado porque las mujeres ya no tienen miedo, pero por el otro, es una situación complicada”.
Jessica Proud, profesional de las comunicaciones y consultora política republicana de Nueva York, dice que sería muy grave si esta revolución en las relaciones laborales de hombres y mujeres hace que los hombres decidan no contratar, orientar o trabajar con mujeres.
Recordó que una vez se le dijo que no podía viajar con el candidato en cuya campaña trabajaba porque no se vería bien. «Soy una profesional, él es un profesional. ¿Por qué limitar mi carrera?”, preguntó. “Es algo insultante desde muchos puntos de visita”, concluyó.
