Las personas con discapacidad enfrentan diversas barreras o prejuicios que dificultan su participación en el mercado laboral. Por ello, las instituciones públicas tienen la obligación de contratar a personas con discapacidad o habilidades especiales en una proporción no inferior al 5 % del total de su personal.
En el sector privado la cuota es menor (3 %); y para que una persona sea considerada como tal debe presentar una dificultad en un grado mayor o igual al 33 %; además de contar con un certificado de discapacidad.
Rocco Solimano, director de la Asociación de Buenos Empleadores (ABE) de la Cámara de Comercio Americana (AmCham), resalta que contratar a personas con habilidades diferentes generan múltiples beneficios y satisfacciones en las empresas que contratan sus servicios, siendo parte del impulso que permite el crecimiento del país.
En ese sentido menciona siete puntos a tomar en cuenta:
- Mejora la productividad. El emplear a personas con discapacidad contribuye a mejorar la productividad de la empresa u organización ya que son innovadores y eficaces en hacer negocios.
- Reduce rotación. Establecen desafíos personales en los puestos que desempeñan, son muy responsables, perseverantes y establecen línea de carrera a largo plazo.
- Incrementa las ventas. Los consumidores prefieren comprar productos o adquirir servicios de empresas que contratan a personas con habilidades diferentes.
- Mejora el clima interno. La integración de personas con discapacidad en la empresa genera una mejora del clima laboral, cambia la actitud de los trabajadores y elimina muchos estereotipos como resultado de la gran responsabilidad y perseverancia que estas personas desarrollan.
- Destrezas únicas. Las personas con discapacidad auditiva son ideales para trabajar en lugares de alto ruido sin sufrir daños que conlleven a enfermedades laborales por esa causa. Quienes tienen síndrome de Down desarrollan muy bien tareas repetitivas. Las personas con discapacidad físico-motora pueden hacer labores que requieren estar mucho tiempo en un solo lugar y las personas con discapacidad visual trabajan mejor en lugares oscuros que el resto de las personas.
- Influye en otras empresas. La empresa que promueven la inclusión laboral se convierten en referente de Buenas Prácticas Laborales en su sector y contribuyen a la contratación de más personas con habilidades diferentes.
- Fomenta la tolerancia. La oportunidad de trabajar con personas con habilidades diferentes, sensibiliza a todo el personal de la compañía, fomentando valores como la tolerancia y la no discriminación.
Fuente: Gestión