A lo largo de la vida laboral, las personas tienen distintas perspectivas, persiguen diversas metas e ideales profesionales; sin embargo, algo en que la gran mayoría coincide es en que lo más satisfactorio es estar contentos y sentirse bien con lo que se hace.
No obstante, hay ocasiones en que algunos trabajadores comienzan a dejar de sentirse un aporte en lo que están desempeñando y surge la idea de cambiar de aire, de probar nuevas experiencias laborales.
Muchas son las razones que pueden llevarnos a decidir buscar un nuevo desafío laboral, antes de concretar el cambio, es necesario analizar los pro y los contra de esta medida; cabe preguntarse por ejemplo, qué ofrece la empresa en términos de ambiente laboral, desarrollo profesional, salario, horarios, entre otros aspectos.
Lo anterior, resulta interesante al tomar en cuenta los resultados de un sondeo de Trabajando.com hecho a 3 mil personas, en donde la principal razón por la que los peruanos han buscado trabajo durante este año, (quienes no se encuentran desempleados), fue el deseo de tener un mejor cargo y salario.
Tomar la decisión correcta teniendo claro por qué se está haciendo, es fundamental para no cometer fallas que puedan hacer que nos arrepintamos. Según una investigación publicada en Harvard Business Review, uno de los principales errores al cambiar de trabajo es basarse sólo en un aumento salarial, pues esto es como señala el autor de dicho estudio “esto es una solución a corto plazo, pero no una garantía de éxito a largo plazo”.
Por otra parte, resulta necesario analizar las razones del cambio, incluso antes de considerar lo que nos ofrece la nueva empresa. Es importante cuestionarse si esta decisión de buscar nuevos horizontes se basa por ejemplo en un conflicto puntual o con alguien en particular, o quizás tiene que ver con algún problema personal por el que se esté atravesando. Muchas veces una conversación con las personas involucradas o un tiempo de descanso (vacaciones por ejemplo), podrían acabar con la sensación de agobio.
Hay que tener en cuenta que, si no se intenta agotar todas las posibilidades para encontrar una solución y sólo se opta por cambiar de trabajo, se está tomando una decisión simplista y de corto plazo; ya que no asegura que en un nuevo trabajo podría volver a darse un período de desgano o de malas relaciones laborales entre compañeros de trabajo.
Distinto es el caso para algunos profesionales que ciertamente no tienen otra salida que cambiar de empleo, por ejemplo, cuando se ven enfrentados a la incapacidad de desarrollarse profesionalmente o al ver vulnerados ciertos acuerdos de contrato como honorarios, cargas de trabajo, horarios, entre otros.
Se suma a lo anterior, otros casos como desempeñarse en algo que no tiene relación alguna con lo que se estudió, lo que genera insatisfacción profesional. Si bien es muy probable que nuestro trabajo no sea lo que esperábamos; ciertamente, hay un área o perfil general en el cual queremos desempeñarnos, y eso es lo que debiéramos evitar para no enfrentar una decepción profesional.
Sara Geller Orsini, Gerente de RRHH de Trabajando.com Perú señala que, “para muchas personas el sueldo es uno de los temas más sensibles y preocupantes al evaluar un empleo; sin embargo, hoy es recomendable valorar otros aspectos como, por ejemplo, la experiencia o el desarrollo profesional que puedas lograr en tu empresa, porque será esto lo que finalmente determinará qué tan importante eres para la organización”.
“Hay otro motivo muy importante y, en ocasiones, fundamental para decidir continuar en la empresa, se trata del clima laboral; muchas veces renuncias a tus jefes y no a la empresa, debes tener en cuenta el porqué decides cambiar: por un mejor sueldo o mejor clima laboral. Si el motivo de tu salida es éste último, es importante ver cómo puedes recomponer la relación en vez de cambiar de trabajo y evadir una circunstancia que finalmente, también se puede repetir y empeorar en otra empresa”, enfatiza la Gerente de RRHH de Trabajando.com Perú.