A la hora de motivar a nuestro equipo en la empresa, no siempre es necesario organizar grandes eventos ni manifestaciones de afecto. Los pequeños detalles suelen ser los más efectivos para mantener al personal contento aunque de vez en cuando no está de más celebrar pequeños actos que permitan generar instantes de alegría.
Entre los más comunes se encuentran:
1. Los cumpleaños
Los cumpleaños son fechas señaladas que a la gente le gusta celebrar. Por ello, es importante que puedan compartir su felicidad con los compañeros de trabajo ofreciendo un pequeño compartir, una vez finalizada la jornada laboral.
La duda que muchos se plantean es qué llevar para celebrar el cumpleaños en el trabajo y quedar bien con los compañeros. Para ello, lo normal es que el cumpleañero se sienta sorprendido y querido por su equipo de trabajo.
2. El almuerzo de los viernes
Además, los viernes suelen ser días de reuniones y comités en los que se agradece o un retorno de viajes de trabajo en los que se aprecia un descanso. El compartir puede reducirse en unos snacks.
La forma de organizarlo difiere en cada organización. En algunas, se pide a los que cumplen años durante la semana o celebran algún evento que realicen la invitación el viernes; en otras, se establecen turnos entre los compañeros para traer de casa sus viandas o pagar la compra en un establecimiento cercano. En cualquier caso, el almuerzo constituye un momento ideal para relajarse y compartir experiencias en los últimos días de la semana.
3. Las despedidas de compañeros
Cualquiera de estas celebraciones u otras semejantes son un importante factor de cohesión entre el personal. Y eso es parte de lo que les hace seguir acudiendo al trabajo cada día involucrados y motivados.
Por lo tanto, es de buen gestor favorecer y, por supuesto, participar en estos intercambios con los colaboradores (eso sí, siempre que no interfieran mucho en el curso habitual del trabajo, claro).