En todo trabajo siempre van a existir personas con las que uno se va sentir mejor y otras con los que uno no se va llevar bien. Aunque muchas veces es sólo problema de uno, existen muchas maneras de evitar generar un mal clima laboral con estos trabajadores.
Primero, está prohibido manifestar simpatía con alguien que te cae mal. Podemos disimular con palabras, pero no con nuestra expresión La clave está en no llamar la atención en nuestra relación con el otro, porque no nos jugamos sólo lo que esa persona pueda pensar de nosotros, sino la imagen que estamos proyectando delante de los demás ante situaciones conflictivas. No pasa nada si la gente sabe que alguien no me cae bien, pero si me ven alterado, mi imagen se ve debilitada.
Pero, ¿Qué señales te pueden delatar?
Mucha más seriedad, evitar el contacto visual, utilizar un lenguaje más seco al dirigirnos a él o no hablarle, entonces eso es lo que hay que evitar. Conviene medir las palabras sin mentir. Utilizar un lenguaje neutro, sin adjetivos ni adverbios, que son valoraciones, y a ser posible mirarle, no con una sonrisa de oreja a oreja, pero sí de una manera serena. Que parezca que en ese acto comunicativo estamos tan cómodos y con tanto control como si hablásemos con otra persona.