La conversación con el reclutador es importante para obtener un puesto de trabajo. Es en este momento en el que debemos resaltar nuestra cualidades, desaparecer los defectos y explicar con sobriedad la experiencia que nos respalda.
Sin embargo, algunas veces el aspirante no sabe como definir sus logros. Sea por pudor o por temor a escucharse soberbio, no encuentran las palabras para explicar las metas alcanzadas. Según especialistas, una buena presentación de los logros marca la diferencia.
Cómo conseguirlo
Antes de la entrevista, tener en mente las respuestas precisas a preguntas como: ¿Dónde trabajaste?, ¿Cuánto tiempo trabajaste en esa empresa?, ¿Cuál era su salario?, ¿Qué posición ocupaba?, ¿Cuáles eran sus obligaciones?
Destrezas. El aspirante deberá mostrar sus capacidades y cómo han influenciado en su experiencia laboral. Atención a estas interrogantes: ¿Qué habilidades tienes?, ¿Qué habilidades piensas aprender?, ¿Cómo han ayudado esas habilidades en sus posiciones anteriores?
¿A dónde apuntas? En este tipo de preguntas, el postulante debe tener claro sus metas, y qué espera obtener en esta nueva labor. Debe estar preparado para interrogantes como: ¿Cuáles son los objetivos de su carrera a corto y largo plazo?, ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades y cómo piensas aplicarlo en esta empresa?, ¿Qué está buscando en una empresa si lo empleará?
La preparación antes de una entrevista laboral ayudará a que se muestre una imagen profesional, en la que el aspirante sabe a dónde quiere llegar y posee los valores que caracterizan al centro de trabajo. Conocer acerca de la empresa antes de la entrevista es importante, pues muestra al reclutador que tiene el compromiso de participar.
