Es muy cierto al afirmar que muchas veces las personas al tomar una decisión de renunciar a sus empleos no lo hacen necesariamente por su trabajo en sí, sino porque consideran a su superior un mal jefe.
De este modo, es necesario investigar a su posible gerente al momento de considerar postular a un nuevo empleo, ya que es importante recordar que una de las claves para tener tranquilidad y felicidad laboral es mantener una buena relación con su futuro jefe.
Ante esto, muchos se preguntan, ¿Qué tipo de preguntas debe hacerle para entender su estilo de gestión? ¿Acaso debería tratar de hablar con otras personas bajo su mando? ¿Hay señales de alerta a las que debe estar atento?
Muchos expertos afirman que nunca se sabrá exactamente cómo será trabajar para su jefe potencial hasta que consiga el trabajo, y en algunos casos es posible que ni siquiera conozca a su jefe hasta su primer día, pero debe recopilar la mayor cantidad de información posible. Y no solo debe buscar señales de alerta o impresiones negativas.
“El no poder darse cuenta de que alguien es un jefe genial es un error muy costoso, tal vez incluso más costoso que no darse cuenta de que alguien es un mal jefe”, opina Claudio Fernández-Aráoz, asesor senior de la firma global de búsqueda de ejecutivos Egon Zehnder y autor del libro It’s Not the How or the What but the Who (No es el cómo o el qué, sino el quién).
A continuación, algunos consejos sobre cómo discernir entre los buenos y malos jefes.
Sepa lo que está buscando.
El primer paso es pensar un poco acerca de lo que usted quiere en un jefe. Según Fernández-Aráoz, hay tres condiciones mínimas que se deben cumplir. ¿Es una persona honesta que le ofrece un empleo sostenible para el cual usted tiene algo único que aportar? También puede pasar algún tiempo visualizando el tipo de relación que desea. ¿Está buscando a alguien que va a dar un paso atrás y lo dejará realizar su trabajo? ¿O espera que le toque alguien que pueda ser un mentor cercano? Esto le dará algunos criterios para evaluar mejor a su potencial jefe en el momento de la entrevista.
Confíe en sus instintos.
Durante todo el proceso de selección, es importante reflexionar cómo se va desarrollando este. Estar completamente concentrado en conseguir el trabajo a veces puede nublar su juicio. Después de cada paso, pregúntese si este es el trabajo que desea y el jefe con quien quiere trabajar. ¿Esa persona le dejó una buena impresión? ¿Es alguien a la que usted podría recurrir en caso surjan problemas? ¿O alguien con la que podría tener una conversación difícil? Cuando hay mucho en juego, lo mejor es confiar en sí mismo.
Además, es necesario estar atento a cualquier pista que indique de cómo es tratado por su potencial jefe, por lo que es necesario observar cómo es tratado como candidato, desde la calidad de la información que el gerente le brinda hasta la forma en que lo recibe cuando usted llega a la entrevista.
Haga preguntas, pero vaya con cuidado.
A menudo se puede tener una idea de su potencial jefe haciendo preguntas de sondeo, pero tenga cuidado de cómo las elabora. Se debe observar la disposición de su posible jefe para entablar un dialogo, ya que, si este está dispuesto a entablar una conversación con usted durante la entrevista, probablemente va a querer estrecharle un vínculo laboral.
Después que haya construido una buena relación, haga preguntas que revelen sus expectativas sobre la persona que llenaría ese puesto y cualquier potencial desventaja del trabajo.
Haga su tarea.
Es totalmente imprescindible prepararse para recabar la mayor información posible. “Puede encontrar información que generen señales de alerta, o información sobre los intereses del entrevistador, lo que permitirá que se conecte con la otra persona”, dice Fernández-Aráoz.
Hacer una búsqueda en Google sobre su potencial jefe también es necesario. Eche un vistazo a sus perfiles en línea, así como los de las personas que trabajaban para él. “Los perfiles de LinkedIn le pueden decir mucho acerca de los intereses y las relaciones de una persona”, dice Fernández-Aráoz. ¿La gente bajo su mando tiende a dejar la organización de forma rápida o permanecer mucho tiempo?
“Bajo nivel de retención y altas tasas de rotación son un claro indicador de problemas”, dice John Lees, autor de How To Get a Job You Love (Cómo conseguir un trabajo que usted ame). Si encuentra personas que han dejado ese trabajo, trate de contactarlos y pregúnteles cómo era trabajar para tal gerente.
Conozca a los colegas.
“Tal vez el mejor enfoque es preguntar para llegar a conocer a algunos de sus futuros colegas”, dice Fernández-Aráoz. Hable con la gente con quien compartirían el mismo jefe y pregúnteles cómo es trabajar para él o ella – tanto lo que les agrade como lo que encuentran difícil. Pero no vaya más allá de lo que es apropiado. Puede haber razones, como la confidencialidad, que impiden este tipo de conversaciones.
Principios para recordar.
a) Qué hacer:
Preste atención a cómo el jefe lo trata durante todo el proceso de la entrevista.
Investigue al gerente, y si es posible busque antiguos empleados para pedirles su perspectiva.
Pida pasar medio día en la organización para que pueda interactuar con sus potenciales colegas y jefe.
b) Qué no hacer:
No ignore sus instintos acerca del jefe a medida que avanza el proceso de entrevista
No haga preguntas directas sobre el estilo de liderazgo –es poco probable que obtenga una respuesta honesta, y podrían indicar que no desea el trabajo.
No descuide revisar los perfiles de redes sociales de su potencial jefe.