Las organizaciones que pretendan adaptarse con éxito a las nuevas exigencias que impone el mercado han de tener en cuenta que, en el ámbito del trabajo, las personas siguen ocupando un lugar central. La movilidad y la flexibilidad son claves para garantizar su compromiso y satisfacción, así como aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología.
Un estudio realizado por Deloitte acerca de las tendencias de desarrollo del capital humano global se centra en averiguar qué consideran los profesionales aporta más valor para el desempeño de los quehaceres que han de afrontar en sus puestos de trabajo y, en relación a ello, cuál es su percepción acerca de los mayores desafíos y oportunidades que han de enfrentar en los próximos años. Pues bien, según estos profesionales, destinar tiempo y esfuerzo al aprendizaje es una de las tareas más importantes que habrán de afrontar a lo largo de sus carreras.
La clave para poder adaptarse a los constantes cambios que propone la transformación digital está en convertir la predisposición al aprendizaje en una constante que impulse la mejora del rendimiento y la productividad de los equipos de trabajo en las organizaciones, llevando a estas a conseguir sus objetivos.
Las organizaciones que pretendan adaptarse con éxito a las nuevas exigencias que impone el mercado en el que operan, han de tener en cuenta que, en el ámbito del trabajo, las personas siguen ocupando un lugar central. Desde esta perspectiva podrán percatarse de lo importante que es cuidar cada experiencia e interacción que mantienen con sus empleados, diseñando estrategias adecuadas para que éstos perciban su trabajo como significativo e importante para alcanzar cada nuevo objetivo que se marque la organización.
La interacción y feedback que se ofrece al empleado ha de ser positiva para él, desde el momento en que realiza la primera entrevista de trabajo hasta el momento en que se retira o decide emprender una nueva aventura profesional. La tecnología puede ser una aliada importante para conseguir ese objetivo.
No hay mejor modo de incentivar las ganas de aprender que trasladar a las personas dentro de la organización asignándoles nuevas responsabilidades que les lleven a querer adquirir nuevas habilidades y destrezas. En este sentido, también se ha de tener en cuenta que, actualmente, los empleados prefieren trabajar en empresas que ofrezcan una mayor flexibilidad y les permitan trabajar en remoto, conciliar la vida laboral con la familiar u organizarse el tiempo de trabajo en función de objetivos.
La Inteligencia Artificial y el Machine Learning ya están ayudando a los departamentos de recursos humanos de las organizaciones a mejorar la gestión de sus equipos de trabajo en todo el mundo. De hecho, muchas emplean ambas tecnologías para afinar sus procesos de selección, valoración del rendimiento y para diseñar nuevas estrategias de gestión del talento.
Los departamentos de recursos humanos que utilizan las tecnologías de la información más avanzadas disponen de una gran cantidad de datos sobre sus equipos de trabajo, base sobre la que sustentan análisis predictivos a partir de cuyas conclusiones ponen en marcha nuevas iniciativas, en vistas a hacer el trabajo a desempeñar más fácil y atractivo para sus equipos de trabajo. Consiguen ser así “inteligentes” al mejorar tanto su satisfacción como su nivel de rendimiento, lo que contribuye a que la organización a alcanzar sus metas y cumpla con sus objetivos.