Aunque estudios internacionales señalan que la brecha de desigualdad se ha reducido, es necesario que desde las empresas y el Estado se implementen políticas que alienten la diversidad de género.
Según Kety Jáuregui, profesora en la Maestría en Organización y Dirección de Personas de ESAN, la situación de la mujer en el entorno laboral empieza a mejorar en el mundo. El Global Gender Gap del 2017 registró una reducción en la brecha de educación entre hombres y mujeres, que se traduce en el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo, así como en sus ingresos.
¿Cuál es la situación en Perú?
Según el INEI, el 2017 más de siete millones de mujeres conformaban la fuerza laboral del país y más del 95% de ellas trabajaban.
En cuanto a puestos ejecutivos, Jáuregui señala que, en el 2008, el 22.7% de puestos de gestión (supervisores, coordinadores y gerentes) eran ocupados por mujeres. Al 2014, ese porcentaje creció al 30.8%.
En cuanto a las cifras de la Bolsa de Valores de Lima (BVL), del total de empresas registradas el 2017, el 32% tiene al menos una mujer en el consejo de administración, pero ninguna empresa tiene más de tres.
Solo el 3% de ellas tiene una mujer como presidenta de la junta directiva y el 4%, una directora ejecutiva.
Acciones para empoderar a la mujer
Al asumir puestos directivos, la mujer contribuye a conseguir sociedades pacíficas, prósperas y sostenibles.
La representante de ESAN sostiene que un estudio de McKinsey & Company ha identificado tres tipos de acciones efectivas para lograr que más mujeres ocupen puestos de liderazgo:
- Tener una agenda a largo plazo. Hay que desarrollar un programa con perspectiva prolongada y de mejora continua, que ayude a lograr resultados tangibles y sostenibles.
- Un compromiso directivo que vaya en cascada, desde la alta dirección hacia todos los niveles de la organización.
- Desarrollar programas integrales de transformación, que involucren la diversidad de género en todos los aspectos de la actividad de la organización.
Además, dice Jáuregui, se debe promover los estudios de MBA entre las mujeres. “En nuestras aulas, aproximadamente el 30% de participantes son mujeres, lo que evidencia aún una minoría”, revela la docente.