Renunciar a un empleo suele ser un tema complicado, más aún cuando en general todo está bien. El ofrecimiento de una mejor posibilidad laboral desde el punto de vista económico o profesional, nuevos desafíos y responsabilidades, son los principales motivos que hacen migrar a las personas de las compañías.
Por muy mala que haya sido tu experiencia, antes de actuar impulsivamente, reflexiona un poco. Dejar una mala impresión en una empresa, puede cerrar varias puertas. En la mayoría de los procesos de selección piden referencias de las compañías donde has trabajado, ¿para qué arriesgarse?
La transición de un empleo a otro no tiene por qué resultar una experiencia desagradable. La manera en cómo dejas un trabajo, establecerá la última imagen que tus colegas tendrán de ti. La forma en la que serás recordado.
Aquí te presentamos algunos consejos que te permitirán renunciar de forma diplomática, sin consecuencias que más tarde podamos lamentar.
- Espera el momento oportuno: tu renuncia significa que tu jefe perderá un elemento de su equipo. Esta noticia lo puede impactar. Por eso, es recomendable buscar el momento apropiado para hablar con él.
- Agradece la oportunidad: es muy importante dejar nuestro empleo dando las gracias, independiente de los pros y contras que pudiste haber vivido en la empresa. El paso por un empleo, siempre tendrá algo que nos haya sido útil, como aprendizajes, experiencia y redes de contacto.
- Notifícalo con anticipación: renunciar de un día para otro a tu empleo, además de dejar una gran carga de trabajo, puede perjudicar tu imagen. Lo ideal es avisar con un mínimo de 2 semanas.
- Sé reservado: no comentes a otros colegas que te vas a ir antes de comunicárselo a tu jefe. Es muy importante ser discreto con esta información. El primero que debe enterarse de tu decisión es tu jefe.
- Sé diplomático: explícale a tu jefe por qué te irás. Sé honesto y hazlo de manera inteligente. En esta conversación deja en claro cuáles son las tareas pendientes por entregar, qué conceptos incluirá tu finiquito, etc.
- Prepárate para una contraoferta: Debes estar preparado para evaluar lo que más te conviene. Recuerda que el sueldo no lo es todo, toma en cuenta aspectos como oportunidades de desarrollo, flexibilidad horaria, tiempos de traslado, etc. Pide tiempo para pensarlo nunca tomes una decisión precipitada.
“Por muy buena que sea el nuevo trabajo, no dejes tareas inconclusas. Entrega tu puesto sin olvidar algún asunto que pueda generar un problema más adelante. Entregar tu cargo con responsabilidad protege tu reputación”, señala Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com Perú.
