Agosto marca el regreso a clases para millones de universitarios que podrían cursar los últimos meses de carrera, para después enrolarse por completo al mercado laboral. Estos jóvenes se preocupan por no comprobar suficiente experiencia en su currículum al buscar una oferta.
Si bien, el 90% de las ofertas para egresados demandan experiencia, cada vez es más frecuente escuchar por parte de la empresa que analizarán si la persona “encaja en el trabajo”. Esto no se relaciona con anotar muchos empleos en la hoja de vida, ni con promedios, sino con la destreza para mostrar competencias personales y vincular las fortalezas de la persona a lo que se pide en la vacante.
Al menos 9 de cada 10 empresarios enlistó “integridad y mostrar liderazgo” como el primer elemento a calificar en una entrevista, según la encuesta de LinkedIn. Las cifras demuestran que es importante modificar ciertas creencias sobre búsqueda de empleo y planificación de la carrera.
“Necesitamos un cambio de paradigma en la forma que pensamos sobre qué requiere un egresado para ser relevante ante el futuro empleador y cómo dar ejemplo de ello en la entrevista. Ese cambio empieza desde la escuela”, señala Ivonne Vargas, especialista en Recursos Humanos del portal de empleo Bumeran.com.
Cada empresa tiene criterios distintos para contratar, y esto también depende de las características del puesto, sector e industria, pero para poner un ejemplo de la diferencia entre lo que el candidato piensa y aquello que la organización valora, resulta que lo más apreciado en un joven es aprendizaje permanente, resolución de problemas y toma de decisiones.
Los empleadores, por el contrario, señalan como más importante tener un segundo idioma, capacidad de abstracción y de adaptarse a nuevas situaciones, así como demostrar habilidades interpersonales, arroja un informe sobre competencias profesionales del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (Inide).