Durante su campaña lo repitió hasta el cansancio, defendiéndose de las críticas del resto de los candidatos que trataban de desacreditar su propuesta: sí se puede crear un millón de nuevos empleos durante los cuatro años que durará su mandato.
Este será acaso el principal desafío y la mayor cuenta que le sacará la oposición al gobierno y también donde deberá mostrar resultados con rapidez. ¿Por qué? El jefe del Gobierno entrante apostó por instalar en la agenda al desempleo, que bordear actualmente el 9,1%, como uno de los problemas más graves que enfrenta el país, señalándose como la persona capaz y con las ideas para revertir esta situación.
Pero lograrlo no será fácil: Requiere, como requisito número uno, que la tasa de crecimiento anual de la economía se empine al 6%. También, de algunas reformas -en la campaña habló de ciertos grados de flexibilidad laboral y de fomento al tele trabajo- medidas que de seguro costarán negociar en el Parlamento.
Así, la respuesta parece orientar a un fuerte impulso a la generación de negocios propios, logrando generar 100 mil nuevos emprendimientos -con una tasa de crecimiento de un 3%- durante los próximos cuatro años.
Además, se requerirá concretar la ejecución de todas las medidas tendientes a que la productividad del país pase del 0,5% al 1,5% anual, con el cual se producirían nuevos puestos de trabajo.
Otras medidas
Piñera también propuso fortalecer los sindicatos y la negociación colectiva, reduciendo el número mínimo de trabajadores requeridos para conformar una asociación de trabajadores.
Otro eje de su política laboral será la creación de subsidios a la contratación de jóvenes, además de crear una oficina nacional del emprendimiento que buscará agilizar la creación de compañías nuevas y la búsqueda de financiamiento.
Fuente: EL Mercurrio Online