En una de las zonas más pobres de nuestro país, la localidad de Atalla, ubicada en Huancavelica, representa la falta de oportunidades y acceso a recursos que predomina para muchos peruanos. Según el Ranking de Inclusión Social 2019 de Adecco, Perú es uno de los países menos inclusivos del mundo, ocupando el puesto 100 de 125. De esta manera, Atalla pasa a ser un símbolo, dando nombre al primer estudio jurídico del país centrado en inclusión laboral.
Partiendo del respeto hacia las personas, la inclusión laboral fomenta la sensibilización en ámbitos de trabajo, ofreciendo soporte a grupos cuyos derechos pueden ser vulnerados y a la óptima gestión de recursos humanos. Más allá de las normas, frente a la posibilidad de ver el derecho laboral desde una perspectiva humana, se puede calar en la vida de las personas, como establece Atalla Legal. Además, para las empresas, un enfoque en temas de género e inclusión ofrece un valor agregado a su propuesta como empleadores y a su relación con la sociedad en la que se desenvuelven.
“Teniendo la posibilidad de generar cambios, estamos convencidos que es a través del empleo que podemos lograr una sociedad más justa y equitativa, donde los derechos de todos los ciudadanos sean respetados, y en la que se defienda la igualdad de oportunidades”, señala Pamela Navarro, Directora Legal y fundadora de Atalla. “En un país como el Perú, donde hay mucho por hacer, este proyecto busca sumarse a una transformación social”, añade.
En temas laborales, todas las empresas manejan diversos requerimientos. Con una misión alineada con la diversidad e inclusión, es posible no solo gestionar personal y colaboradores, sino lograr cambios positivos desde cualquier ámbito y empresa, sin importar su tamaño o cantidad de colaboradores. En este marco, Atalla Legal plantea el impacto que busca tener con su trabajo y rol en nuestra sociedad.
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