- No hay una regla que indique cuánto invertir en cursos o programas de capacitación. Pero está claro que si un año la empresa suma nuevos productos o aumenta el personal, su inversión tendrá que ser más fuerte que en años sin mayores cambios. Comience asumiendo que deberá dedicar tiempo de capacitación en las horas usuales de trabajo.
- Si quieres exportar, ¿debe o no tener gente que hable inglés? Las competencias pueden ser generales (que todos conozcan de comercio exterior) o técnicas. Cuando haya definido eso que requiere, también sabrá cuán grande es su brecha de capacitación. Es importante comunicar a todo el personal adónde se quiere llegar y cómo se logrará.
- Priorice y haga un plan operativo de capacitación con metas medibles. No trate de realizar todo conjunto, pues eso complica las cosas. Escoja tres o cuatro puntos y llévelos a cabo. La capacitación no es responsabilidad exclusiva del área de Recursos Humanos, sino también de las cabezas de cada área y, por supuesto, del propio empleado.
Fuente: El Comercio
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