Eficiencia en el trabajo: ¿cómo mejorar?

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Por Aldo Tapia – gerente de ventas en Gerdau – SIDERPERU

¿Alguna vez te ha pasado, que vas a tu trabajo y no te alcanza el tiempo para hacer todas las cosas que quisieras hacer? Empiezas a leer tus e-mails, de pronto te llaman a reuniones no programadas, recibes llamadas, consultas y te das con la sorpresa que el día llega a su fin y tú no te sientes tranquilo, ya que tendrás que regresar a casa con pendientes importantes para el día siguiente. Algunas veces este pensamiento de tener “cosas por hacer” llega a tal nivel de estrés que no puedes dormir, pensando en cómo resolver estos problemas.

Tom Rath, en su libro Are You Fully Charged?, nos da algunas sugerencias sobre cómo ser más eficiente en el trabajo y lo importante de lograr este objetivo para tu bienestar personal y profesional.

Tienes que ser 80% positivo

El ser naturalmente positivo o perpetuamente negativo, tiene una influencia muy importante en la motivación de las personas que interactúan contigo. Éste es el motivo del por qué las mejores investigaciones con respecto a la satisfacción de los colaboradores tienen su raíz en la cantidad de interacciones positivas o negativas que tienen durante el día.

Se ha demostrado en diferentes investigaciones, que únicamente observando el comportamiento de las personas y analizando el tipo de interacción que tienen entre ellos, se puede pronosticar desde divorcios en una pareja con interacciones mayormente negativas, hasta la performance de un trabajo de equipo de alto desempeño, que tiene un comportamiento y relación con interacciones positivas.

Descubre tu propósito y mantenlo siempre en tu mente

El recordarte a ti mismo el por qué haces lo que haces todos los días, y para qué/quién va dirigido, tiene una relación directa en los niveles de productividad que puedes alcanzar.

Muchos suelen enfocarse en la familia, otros en el impacto que tiene su trabajo en el cliente o sociedad.  Entender tu motor y motivo, te mantendrá enfocado en tu objetivo y te ayudará a disfrutar este camino.

Enfócate al máximo 45 minutos y relájate 15

En Finlandia, donde se tiene uno de los sistemas educativos más eficientes del mundo, los estudiantes estudian 45 minutos de manera muy concentrada y enfocada y luego tienen un descanso con una actividad diferente de 15 minutos. Muchos estudios se han realizado al respecto y la mayoría coincide en que la productividad y eficiencia es mayor cuando decidimos enfocarnos al máximo a una tarea por este tiempo y cambiar de actividad a diferente y libre en los siguientes 15 minutos.

Los creadores de DeskTime, que es un software que meticulosamente mide como usa el tiempo un colaborador durante su día, realizaron un estudio en 36,000 colaboradores, y observaron que el 10% más eficiente y productivo de ellos tenían en común la práctica de saber tomar durante el día breaks inteligentes de 17 minutos, luego de realizar una tarea intensa de aproximadamente 51 minutos.

Si bien es cierto los intervalos de tiempo para la actividad intensa y del break pueden variar, se recomienda totalmente que trabajar de manera intensa por un periodo de tiempo debe ir acompañado de un periodo de recarga de energías.

Aprende a hacer las preguntas correctas

Ya sea que te encuentres en una negociación o debate o en una reunión de aprobación de un proyecto, conociendo nuevas personas o resolviendo una consulta de tu equipo de trabajo, el hacer las preguntas correctas es mucho más efectivo que el tratar de replicar un argumento por el simple hecho de imponer una opinión.

Estudios realizados por años en Inglaterra a expertos negociadores, dieron como resultado que el hacer preguntas es una de las formas más eficientes que existen para poder llegar a un acuerdo entre las partes. Los negociadores promedio gastan el 9% de su tiempo haciendo preguntas, mientras que los expertos gastan el 21%.

Toma una “pausa” antes de responder

Cuando te encuentras en una discusión laboral o estás en medio de un cuestionamiento estresante, la reacción natural que tienen las personas es contestar de manera inmediata ante los argumentos dados por la otra persona.

Esto jamás será lo más eficiente. En vez de responder de manera inmediata, pulsa el botón pause en tu mente, ordena tus pensamientos, toma un respiro. Este pequeño tiempo te ayudará a dar una respuesta bastante más acertada que contestar de inmediato y te aseguro que estará más orientada a buscar una solución lo más saludable posible para ambas partes.

Fuente: Semana Economica

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