Una vez que obtienes una mascota, adquieres con ello múltiples responsabilidades, como lo es su alimentación, cuidados, higiene, y cualquier problema que pueda causar durante las 24 horas de los siete días de la semana. Si a esto le sumas que trabajas, debes tener en mente cómo harás todo lo anterior si no puedes estar con él tiempo completo.
Trabajando.com realizó una encuesta a más de 2 mil peruanos para saber cómo concilian el hecho de tener mascotas y trabajar a la vez, además de saber si es que aliviaría su carga poder llevarlo al trabajo consigo.
El 38% de los encuestados asegura que, al momento de irse al trabajo, su mascota queda con gente en su casa/departamento, un 25% la deja sola en su casa/departamento, un 4% la pasa a dejar para que se la cuiden, un 1% la lleva a su trabajo y el restante 32% dice no tener mascota.
Según el sondeo, el 69% de los encuestados asegura que es compatible tener mascota y trabajar, mientras que un 31% opina lo contrario.
A pesar de que la mayoría de los encuestados aseguran que es compatible tener una mascota y trabajar, esto no quiere decir que durante el día no estén distraídos pensando en ella. Así lo aseguró el 53% que dijo distraerse a veces pensando en cómo estará su mascota, un 37% asegura no distraerse y un 10% dice que siempre.
Llevar la mascota al trabajo ya es una práctica realizada en varias empresas del mundo, sin embargo, el 42% de los peruanos aseguran que si pudieran hacerlo, no lo harían, ya que es mejor para ella esté fuera de la oficina, un 33% tampoco lo haría ya que se distraería mucho, un 15% sí la llevaría, asegurando que estaría mejor atendida y, finalmente, un 10% la llevaría para así no distraerse durante el día.
Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com Perú, señala que, sin duda hay que aprender a separar la vida personal de la laboral. Es importante estar consciente que el no cuidar este aspecto, pone en riesgo el empleo debido a que afecta el rendimiento y el cómo nos relacionamos con los demás.
“Una mascota es parte de la vida personal y hay que disfrutarla como tal, sin embargo, si existe un espacio dentro de una oficia diseñado especialmente para aquellas mascotas que no tienen donde ni cómo quedarse sin su dueño, habría que evaluar si efectivamente no afecta la productividad, y de ser así, no veo por qué no podría ser una práctica llevada a cabo”, finaliza Velarde.