Cuando un equipo de trabajo no tiene un buen líder, los primeros que tienen los inconvenientes son los colaboradores. Pero quien finalmente asumirá las consecuencias es la empresa.
Según Ernesto Núñez del Prado, director de la Asociación de Buenos Empleadores (ABE) el 30% de las ganancias de una compañía depende directamente del clima laboral. Adicional a esta suma, el 70% es responsabilidad del jefe inmediato. Para explicarlo mejor, uno de cada cinco dólares generados por una empresa está en peligro por el trabajo de los supervisores.
Para esquivar riesgos es necesario implementar buenas prácticas laborales, y el proceso debe empezar a tiempo en la organización. “No se trata solo de que estén contentos, sino de que los colaboradores entiendan claramente qué se espera de ellos”, agregó.
Si un colaborador entiende su objetivo y adónde se dirige al finalizar su contrato, su desempeño será más productivo. También es importante que se le expliquen cuáles fueron sus errores y cuál es el proceso para solucionarlos. Y este trabajo debe ser realizado por el jefe inmediato, detalló Núñez del Prado.
La solución, es que las compañías elaboren un plan de ejecución para mejorar su responsabilidad social laboral. Un manual para abordar situaciones de recompensa y optimizar el clima laboral para lograr el máximo desempeño; especialmente en las pymes, que no cuentan con un gerente de recursos humanos.