La relación que mantiene un empleado con su jefe es más importante de lo que parece a simple vista, ya que es necesario poder trabajar en equipo junto a él y obtener resultados positivos al final del día. Sin embargo, las relaciones en general están siempre sujetas a situaciones de conflicto, discusiones y peleas, y es ahí cuando hay que tener claro los límites de éstas, aunque muchas veces nos gustaría pasar por alto los protocolos y decirle a nuestro jefe aquello que nunca le hemos dicho y que probablemente nunca digamos.
Trabajando.com realizó una encuesta a más de 2 mil peruanos para saber qué les gustaría decirles a sus jefes y por qué, donde un 38% aseguró tener ganas de decirle “jefe, váyase a la punta del cerro y déjeme hacer mi trabajo”, un 25% “jefe, quiero ser como usted”, un 21% “renuncio!”, un 13% “hágalo usted mismo!” y sólo a un 3% le gustaría decirle “jefe, lo quiero tanto!”
Del porcentaje total de quienes gustarían de decirle “jefe, váyase a la punta del cerro y déjeme hacer mi trabajo”, “renuncio!” o “hágalo usted mismo!”, un 60% lo haría porque su jefe cree que sólo él es capaz de hacer las cosas bien, un 23% porque cree que su jefe necesita que alguien no le diga a todo que “bueno”, un 10% porque su jefe lo molesta todo el día y un 7% porque de frentón, su jefe le cae mal.
Sin embargo, a pesar de lo que arrojó el sondeo en las 2 primeras preguntas, un 25% de este grupo, le pondría a su jefe un 7, siendo esta la mejor nota, el 21% le pondría un 6, el 18% un 1, el 14% un 4, el 11% un 3, el 7% un 2 y sólo un 4% le pondría un 1, siendo esta la peor nota.
Del porcentaje que le diría a su jefe “jefe, quiero ser como usted” o “jefe, lo quiero tanto!”, un 66% lo haría porque se lo merece, un 26% porque de verdad le cae muy bien su jefe y un 8% para molestarlo con su ironía.
Al preguntarles a este mismo grupo, qué nota le pondrían a su jefe, el 27% de los peruanos le pondría un 7, mientras que el 23%, 19% y 15% un 5, 4 y un 3 respectivamente. El 12% le pondría un 2 y el 4% un 1.
“Un día laboral puede convertirse en toda una pesadilla, los defectos tantos de los empleados como de los directivos, pueden hacer que la experiencia laboral sea de suma presión llevándote a la total desesperación. Por lo mismo creo importante que las cabezas de las compañías tomen carta en el asunto y creen espacios de feedback entre quienes componen la empresa, y de esa forma evitar que los empleados tengan emociones reprimidas hacia sus jefes y que estas finalmente lleven a que exista un mal ambiente laboral” señala Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com Perú.