Trabajar, cumplir objetivos, avanzar, obtener mejores retribuciones económicas, son metas esperables y necesarias para cualquier profesional; sin embargo, a veces éstas se convierten en una obligación autoimpuesta y excesiva para algunas personas, volviéndose una adicción, en donde el aspecto laboral pasa a ser la prioridad en sus vidas.
Trabajando.com realizó una encuesta a la que respondieron más de 2200 peruanos para saber cuán adictos son éstos al trabajo, donde el 62% aseguró serlo, mientras un 38% dice lo contrario.
Las horas que cada persona le dedica al trabajo deberían ser, según los expertos, entre 45 y 50, y así lo hacen un 32% de los peruanos en sus trabajos; no obstante, un 26% le dedica más de 55 horas, un 25% entre 50 y 55 y un 17% menos de 45 horas.
Existen algunos patrones que indican cuándo una persona podría estar cayendo en una “adicción al trabajo”, como por ejemplo trabajar permanentemente más tiempo de las horas establecidas, llevarse trabajo para la casa cotidianamente, no tener tiempo para descansar o evitar tomarse vacaciones prefiriendo trabajar, así como dejar de lado constantemente a la familia los fines de semana por asuntos laborales.
Hay otras señales que pueden indicar una posible adicción al trabajo, que, como toda adicción, puede traer distintas patologías, por ejemplo y la más común, “el estrés”. Así dejó en evidencia el 49% de los encuestados, quienes aseguran haber sufrido dicha patología, mientras que un 18% dice haber sufrido algún tipo de desgaste físico y psicológico, un 12% pérdida de apetito, un mismo porcentaje irritabilidad y finalmente, un 9% depresión.
El sondeo arrojó en la última pregunta, resultados que dejan en evidencia los mayores costos a pagar producto de una adicción de este tipo, y es que el 41% de los peruanos dicen haber tenido que asumir el costo de no tener tiempo para compartir con los amigos, un 30% problemas en la relación con la pareja y un 29% no ver a sus hijos ni compartir momentos con ellos.
Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com Perú, señala que, “es de vital importancia que las personas descubran a tiempo si su vida se está desequilibrando, si ya no les es posible solucionarlo con sus propias herramientas, la mejor alternativa es buscar ayuda en un especialista, por ejemplo, un psicólogo. Lo importante es tener claro que mayor tiempo de trabajo, no significa necesariamente una mayor calidad de éste”
