La guerra por retener el talento ejecutivo es cada vez más competitiva.
Esto lo confirmó la firma cazatalentos Transearch en un reciente estudio, el mismo que señala que el 50.7% de los ejecutivos recibe, por parte de sus empresas, algún tipo de financiamiento de maestrías, mientras un 78.3% declara que sus centros de labores promueven algún tipo de capacitación.
Pero, ¿Quiénes acceden a este beneficio? Si bien tener una posición estratégica (de preferencia ser gerente) es un factor importante (36.8%) para tomar una maestría, ser un trabajador destacado (20.5%) es un aspecto que toma cada vez mayor importancia, seguido por tiempo en la organización (14.9%).
Por otro lado, cuando el empleado accede a una maestría, las empresas suelen establecer condiciones. Según el 62% de los encuestados el principal requisito es mantenerse un plazo mínimo dentro de la compañía; ante un 24% que informó no aplicar algún tipo de condición.
Para Erika Morán, Senior Consultant de Transearch, la experiencia es la práctica que brinda más criterio y la maestría da las herramientas para tomar mejores decisiones.
Si bien los ejecutivos valoran los incentivos, al preguntárseles cuántas personas de su organización realizan o han realizado una maestría, más de la mitad muestra (53.7%) dijo que uno de cada diez trabajadores; dos de cada diez (24.1%) y tres de cada diez (9.8%).