Para lograr ser seleccionado y pasar a la fase de entrevistas de trabajo, es necesario captar la atención del reclutador desde el momento en el que abre el CV y considerando que el 80% de los currículums vitae son descartados por falta de información relacionada con los requisitos demandados. A continuación, un recopilado de algunos consejos para quienes estén en búsqueda activa de empleo a través de portales web.
Claves para hacer un buen CV 2.0
- En un momento en el que el formato digital gana terreno al papel, tener en cuenta aspectos como la tipografía, el diseño y la manera en la que exponemos la información es vital para conseguir un buen CV 2.0. Ahora bien, en primera instancia, y como norma general para cualquier tipo de CV, es fundamental que no falten datos de contacto y que la información sea clara y atractiva, sin faltas de ortografía y con una buena redacción.
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A continuación, se debe incluir un breve párrafo de entre tres o cuatro líneas en el que se mencionan las habilidades y capacidades que nos definen como trabajador, así como nuestros objetivos profesionales.
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Finalizada la introducción, si la experiencia por cuestión de tiempo es más relevante que la formación, pondremos en primer lugar, en orden cronológico inverso, todo lo relacionado con nuestras vivencias profesionales: fechas, puesto, empresa y una breve definición de funciones y, sobre todo, de los logros alcanzados que no son más que aquellas actividades o acciones realizadas que le han dado valor a la empresa, como puede ser el ahorro de costes, cierre de negocios, adquisición de nuevos clientes o incremento de las ventas, entre otros.
El formato digital nos permite enriquecer el CV, hacerlo más interactivo, enlazando por ejemplo el mismo a las páginas de las empresas para las que hemos trabajado, a la parte de las referencias de LinkedIn, e incluso, si contamos con un blog, a nuestra página.
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En un CV 2.0 no podemos olvidar incluir los enlaces a los perfiles de las redes sociales profesionales que utilizamos dado que en ellos el seleccionador puede ampliar la información sobre nuestro perfil, y confirmar que somos personas activas e interesadas por conseguir una nueva oportunidad laboral.
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Por el contrario, cuando todavía nuestra trayectoria es reducida, pondremos la formación académica en primer lugar, en el que se incluirán premios y reconocimientos de haberlos conseguido.
¿Qué ocurre cuando no tenemos nada de experiencia? En lugar de dejar este espacio en blanco, como suele ocurrir, es conveniente incorporar una frase motivadora que anime a los reclutadores a ofrecernos nuestra primera oportunidad laboral. Es más, en los perfiles junior se valoran las competencias que se adquieren realizando trabajos que poco o nada tienen que ver con nuestra formación, así como disciplinas deportivas o artísticas.
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La última parte del CV debe incluir nuestro nivel en el dominio de idiomas (si tenemos certificados o estancias en el extranjero, se indican), en el manejo de programas informáticos relacionados con el puesto al que deseo acceder, así como nuestra disponibilidad para viajar, cambiar de residencia o de incorporación. Esto último se incluirá en el apartado de otros datos de interés junto con información sobre nuestra posesión o no de carné de conducir.
En este proceso se debe mantener presente la idea de que las organizaciones de hoy buscan personas que les ofrezcan un valor añadido, y realicen aportaciones sólidas y concretas. Se deben utilizar palabras claves y no superar las dos hojas en caso de tener ya una dilatada experiencia.
“Recuerda que de nada servirá resaltar tus logros si cometes errores ortográficos. Aunque parece un consejo muy obvio y repetido, algunos candidatos continúan sin darle la importancia, incluso sabiendo el actual contexto competitivo”, comenta Javier Caparrós, director general internacional de Trabajando.com.