La gestión de los Recursos Humanos ya no se circunscriben exclusivamente a la elaboración de nóminas, comprobación de horarios, selección de candidatos, o conocer datos tan básicos de los empleados como dad, dirección, número de hijos, o cuántas horas de formación se le dio al personal o los días que se ausentaron de su puesto.
Hoy, gracias al Big Data, es posible analizar en tiempo real ese mismo volumen de información, sumando a todos los datos que generan los empleados en redes sociales e internet, para conocer las opiniones de los colaboradores o de los candidatos, sus aficiones, deportes, con quiénes se relacionan, lo que les gusta, sus conductas y valores, así como quiénes son más innovadores, los líderes o los empleados con talento que están a punto de marcharse por falta de oportunidades.
El Big Data, como se le llama al almacenamiento de grandes cantidades de datos y a los procedimientos utilizados para encontrar patrones repetitivos dentro de estos, facilita la detección de patrones, tendencias y conocimientos para retener talento, como nunca antes se hizo. Por lo tanto, más que psicólogos, las oficinas de RRHH del futuro requerirán expertos en Analytics y minería de datos para descifrar qué requiere la empresa y dónde encontrarlo.
