El Impacto de la Salud Mental en las Empresas en 2025 y la Urgente Necesidad de Abordarlo

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Enero de 2025.- Para el 2025 la salud mental todavía significa un desafío global con un impacto significativo en las empresas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los trastornos mentales como la ansiedad y la depresión representan una pérdida anual de aproximadamente 1 billón de dólares en productividad a nivel mundial. Este fenómeno afecta tanto a los empleados como a las organizaciones, por consiguiente se destaca la importancia de implementar estrategias efectivas que promuevan un entorno laboral saludable y sostenible.

Los problemas de salud mental, exacerbados por factores como la pandemia, el teletrabajo y los entornos laborales tóxicos, han llevado a un aumento alarmante de casos de burnout, estrés crónico y trastornos del sueño. Según un informe de una encuesta de 2018 realizada por Deloitte a 1,000 profesionales estadounidenses a tiempo completo, el 77% de los encuestados afirmó haber experimentado agotamiento en su trabajo actual, lo que reduce su compromiso y aumenta la rotación laboral.

Este impacto no es solo en el área de la productividad. Los costos asociados a la salud mental incluyen ausentismo, presentismo (trabajadores presentes pero poco efectivos), accidentes laborales y mayores gastos en seguros médicos. Por ejemplo, Deloitte United States en el 2022 reportó que los costos relacionados con la salud mental de sus colaboradores empresariales directos o indirectos representan más del 4% del PIB mundial.

Las empresas que priorizan la salud mental no solo mejoran la calidad de vida de sus empleados, sino que también obtienen beneficios medibles en desempeño, cultura organizacional y reputación. Estudios recientes de Gallup (2024) indican que los equipos con niveles altos de bienestar mental experimentan:

  • Un 23% de mayor productividad.
  • Un 41% menos de ausentismo.
  • Una reducción del 31% en errores laborales.

Además, la promoción de un entorno laboral saludable tiene un impacto directo en la atracción y retención de talento. Según un informe de MarketWatch 83% de los profesionales de la Generación Z considera que el apoyo a la salud mental es un factor determinante para elegir o permanecer en una empresa, además según Decision Lab un 81% de los profesionales de la Generación Z puede dejar su trabajo por temas de salud mental.  

Las organizaciones deben asumir un papel proactivo en la creación de políticas y programas que aborden los desafíos de salud mental. Entre las estrategias más efectivas se incluyen:

  1. Campañas de sensibilización: Reducir el estigma asociado a la salud mental mediante talleres, charlas y campañas internas.
  2. Programas de asistencia al empleado (PAE): Brindar acceso a servicios de apoyo psicológico, financiero y social de manera confidencial.
  3. Flexibilidad laboral: Fomentar horarios adaptativos y políticas de teletrabajo para reducir el estrés.
  4. Formación en liderazgo empático: Capacitar a los líderes para identificar signos tempranos de problemas de salud mental y ofrecer apoyo.

En 2025, la salud mental se convirtió en una preocupación de toda la sociedad, incluso una prioridad empresarial estratégica, ya no es solo una preocupación individual. Las empresas que logren integrar la salud mental como un componente clave de su cultura organizacional estarán mejor posicionadas para enfrentar los retos del mercado global. Como lo señala la International Labour Organization (ILO) en conjunto con la OMS destaca la necesidad de prevenir riesgos psicosociales, proteger y promover la salud mental, y apoyar a los trabajadores con condiciones de salud mental para que puedan participar y prosperar en el mundo laboral.

El impacto positivo no solo se refleja en los balances financieros, sino también en la creación de entornos donde las personas puedan alcanzar su máximo potencial. 

En este 2025, abordar la salud mental en las empresas es tanto una obligación ética como una decisión estratégica. Las organizaciones tienen el poder de transformar vidas y, al mismo tiempo, garantizar su sostenibilidad y competitividad en un entorno cada vez más desafiante. No invertir en salud mental ya no es una opción; es una prioridad ineludible que define el futuro del trabajo.


Referencias

  1. Organización Mundial de la Salud. Salud mental: fortalecimiento de nuestra respuesta. Ginebra: OMS; 2022. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response
  2. The Decision Lab. (2021). How to design mental health tools for Gen Z. The Decision Lab. Disponible en https://thedecisionlab.com/es/insights/health/how-to-design-mental-health-tools-for-gen-z 
  3. Deloitte. (2018). Workplace burnout survey: Many professionals are feeling burned out at work. Deloitte. Disponible en https://www2.deloitte.com/us/en/pages/about-deloitte/articles/burnout-survey.html 
  4. Deloitte. (2022). Desapercibidos: Costos de la salud mental en la economía mundial. Deloitte. Disponible en https://www2.deloitte.com/co/es/pages/life-sciences-and-healthcare/articles/desapercibidos-costos-de-la-salud-mental-en-la-economia-mundial.html 
  5. International Labour Organization (ILO) & World Health Organization (WHO). (2022). Mental health at work: Policy brief. Disponible en https://www.ilo.org/publications/mental-health-work 
  1. Gallup. State of the Global Workplace Report. Gallup; 2024.
  2. MarketWatch. (2023). Why Gen Z is willing to trade lower pay for a better work-life balance. MarketWatch. Disponible en https://www.marketwatch.com/story/why-gen-z-is-willing-to-trade-lower-pay-for-a-better-work-life-balance-33df8829

Anna Traverso P.
CEO y Co Funder del Grupo Humanna
Doctorante en Salud Mental


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