La promulgación del incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) ha hecho que el Perú consiga posicionarse por encima de países como Colombia, Venezuela, Bolivia, México y El Salvador.
Un estudio realizado por la consultora de Recursos Humanos HR-IN develó que el salario mínimo peruano ocupa el octavo lugar entre 14 países de la región. El análisis llevado a cabo por Ricardo Martínez, Director de dicha consultora se basó en la metodología de que los ingresos anuales de un trabajador peruano son equivalentes a 15 sueldos mínimos –en el que se incluye dos sueldos por gratificaciones y uno por compensación por tiempo de servicios.
Martínez sostuvo a diario El Comercio que para entender la relación de dependencia que existe entre la productividad y el sueldo mínimo se debe comparar éste último con el PBI por habitante, que es el principal indicador de riqueza de un país.
El riesgo llega cuando hay un sueldo mínimo similar al PBI per cápita. “Por ejemplo, digamos que el PBI per cápita fuese como 1.000 y el sueldo mínimo como 900, esta relación indicaría que se trata de un país de baja productividad, dado que la riqueza que se produce por habitante está muy pegada a lo mínimo que se paga por producirla”, señaló Martínez.
Entre tanto, Ollanta Humala ha encomendado al próximo gobierno la tarea de reflexionar sobre esta alza, pues asegura que de crecer a mayor ritmo que la productividad, se incentivaría la informalidad en las pequeñas y medianas empresas.
