La legislación actual de la relación laboral privada dispone dos situaciones especiales respecto a determinadas condiciones del trabajador : el Personal de Dirección ( aquel que básicamente tiene acceso a información privilegiada). El Personal de Dirección siempre es de confianza, pero el de confianza no siempre será de dirección.
El proyecto de la LGT elimina la regulación del personal de confianza, y para el especialista Jorge Toyama esto sería un error y debería revisarse. “Un jefe, un supervisor, el que maneja la fórmula secreta de una empresa, el asesor de marketing, etc., (que no es un Personal de Dirección) debería regularse como una labor de confianza, para lo cual se encuentra plenamente justificado un trato diferenciado en un mayor periodo de prueba, la condición de no formar parte de un sindicato, no generar el pago de horas extras (porque maneja sus tiempos), etc.
Fuente: Diario Gestión