Empleado-empresario: la clave para garantizar un trabajador eficaz

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Imagínese lo que podría lograr su negocio si todos los empleados fueran empresarios. No solo habría un flujo constante de ideas nuevas sino que cada persona trataría el negocio como si fuera suyo.

Formar una cultura que fomente autonomía, toma de riesgo y actividad empresarial es desafiante. Pero para las compañías que quieren superar la competencia, la cultura empresarial no es opcional –es una absoluta necesidad.

Para crear una cultura empresarial, es crucial que los negocios se adhieran a estos cuatro pilares:

Autenticidad. Demuestre su sinceridad viviendo los valores centrales de su cultura. Los verdaderos empresarios no trabajan duro por dinero o fama sino porque realmente son apasionados. Con la autenticidad viene la necesidad de transparencia y honestidad.

Compromiso con la gente. Una cultura empresarial se basa en la idea de que cada individuo puede ser una fuerza poderosa de cambio en la organización. Invertir en el desarrollo personal es un claro indicio de que la gente es importante para la firma, ahora y en el futuro.

Compromiso con el negocio. En una última estancia, todo lo que haga usted y su gente  debería estar relacionado con el negocio. Una forma de reforzar el compromiso es alinear los intereses individuales con los que la compañía.

Esfuerzo continuo. El trabajo para formar la cultura de la compañía nunca para. Siempre hay nuevas formas de mejorar las comunicaciones, impulsar el entrenamiento y proveer nuevos retos.

 
 

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